Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETA

44. [patada al corazón]

💗 Buenas noches 💗

Jungkook

-Estoy buscando a una estudiante -giré el cráneo al oír la viva desesperación en esa tenebrosa voz que no oía hace días, y tuve un escalofrío con su petición-. So Areum, de dieciocho años.

El muy condenado había venido a buscarle

-¿Vino usted con la paciente? -los ojos de la mujer se entrecerraron en desconfianza, y yo habría hecho lo mismo de ser ella. Supongo que no todos los días un hombre mayor venía a buscar a una estudiante en una clínica de aborto.

-No, pero soy alguien cercano a ella -Kim insistió manteniendo la compostura seria, a pesar de que por dentro estaría perdiendo los estribos. Se le veía en lo blancos que tenía los nudillos, en cómo los dedos con tantos anillos ahora solo parecían asustados-. Solo quiero saber cómo está, no tardaré ni cinco minutos.

-Habitación 420. La intervención ha sido hace apenas unas horas, por lo que estará descansando.

-Muchas gracias. Tenga una buena mañana -desapareció por el pasillo en un abrir y cerrar de ojos, y mis piernas le siguieron inconscientemente.

Kim iba hacia las escaleras, a buscar a la mujer que le había rechazado por cada condenado piso.

Si creía que iba a dejarle ir solo a ver a Areum, estaba muy pero que muy equivocado.

Oí el eco de su respiración agitada
por las silenciosas y solitarias escaleras; el perfecto lugar para confesiones de alguien prohibido como él.

También juré haber oído una amenaza de muerte.

-Ese hijo de puta... -un golpe seco me dejó petrificado por segundos. Había pateado la barandilla en un arrebato de nervios. Y la siguiente vez que el sonido metálico rompió los decibelios de mi silencio, lo hizo acompañado de una risa tétrica-. ¡PEQUEÑO HIJO DE PUTA...!

Parecía ligeramente enfadado conmigo.

Pegué mi cuerpo a la pared para ocultarme en caso de que se asomara al borde de la barandilla. Esperaba que lo hiciera y cayera.

-Pequeño hijo de puta... Piensa que se puede entrometer en mi vida sin pagar las consecuencias... Llevársela con él...¡¿sin MI permiso?! -suspiró en éxtasis, como si estuviera actuando en una obra trágica de teatro-. Malditos críos... Sí, solo son eso, Taehyung: críos. Todavía no saben nada de la vida. N-No saben con quién se están metiendo...y Areum...¡AGH! -se dejó la voz en ello, y esperó, como si alguien le estuviese respondiendo. Estaba solo-. Areum lo sabe, ella te respeta.

Presencié un fragmento oscuro suyo cuando presencié cómo habló solo, y aunque no había intercambiado muchas palabras con él como para conocer su mente, la forma en la que gritaba como un maldito desquiciado, como si no estuviera cuerdo, me perturbó.

Me perturbó tanto que me hizo pensar en todo lo que habría padecido Areum con él

Pero me perturbó más saber que no solo estaba enfadado por mí, sino también por ella. Si le hacía algún tipo de daño más, una sola marca más, no me lo perdonaría.

-Pequeña zorra... -escupió con asco antes de salir al pasillo correcto.
Buscó la numeración de las puertas con ansia, y cuando llegó a la 420, en vez de abrirla violentamente, se quedó plantado frente a ella. Sus manos se convirtieron en puños tensos a cada lado, y los ojos se le oscurecieron en profunda decepción. A pesar de su elegancia habitual, ahí solo pude ver la miseria de un hombre que no tenía nada. Ni siquiera a su amada-. Areum... -su mano rodeó el pomo con un depresivo temblor en sus dedos adornados de anillos.