Capítulo 7 "NEXOS"

16 3 0
                                    

Noviembre 18
Recibí una agradable visita a mi oficina, era Dalia, lucía muy diferente, traía otro tipo de ropa y peluca; venia desesperada pues al llegar al bar a realizar la limpieza cotidiana, se encontró con una nota que decía:

"Nos llevamos a tu jefe, si quieres verlo de nuevo con vida debes hacer lo que te digamos".

Acudió a mi disfrazada para que nadie la reconociera y no pusiera en juego la vida de Louis.

La vi muy asustada y decidí ayudarla discretamente, le recomendé que atendiera el bar como lo hacia normalmente, no era raro verla allí sola, pues en muchas ocasiones Louis salía de la ciudad.
Ahora debía ayudarla y a la vez hallar quien pudiera abrir la caja de seguridad.

Seguí acudiendo al lugar regularmente, observando a las personas que lo visitaban, buscando algo sospechoso y de paso acompañando a Dalia; también intentando encontrar algún experto en cajas fuertes, o quizás un hábil ladrón que la pudiera abrir.

La mejor manera de investigar era meterse entre delincuente, eso estaba comprobado, así que cada vez me adentraba en ese mundo, ya tenia un par de personas de confianza en ese mundo que me pasaban información. Uno de ellos me dio indicios de donde estaba Louis pero me advirtió que era gente muy peligrosa y poderosa.

No me importó y fui a parar a un edificio muy antiguo donde rentaban cuartos por días, quienes allí se alojaban eran por lo general ladrones y prostitutas, gente a la que no le convenía permanecer mucho tiempo en un mismo lugar.

Indagué por el sector, pero nadie decía nada, así que decidí vestirme como mendigo para observar los movimiento de la gente del lugar, en tan solo un par de semanas descubrí muchas cosas, la mas relevante fue ver que quien controlaba la mafia era un hombre bastante renombrado en la cuidad, Marco Alferez, un hombre mayor, de buena posición económica y al parecer intachable comportamiento; desde ese suburbio manejaba los negocios turbios de toda la cuidad.

Fui a casa a cambiarme y salí al bar...

-¿Dónde estuviste? temí que te pasara algo.

-Investigando y descubrí muchas cosas, pero nada de Louis.

-Louis está aquí, nunca lo secuestraron, creo que fue una broma de mal gusto de alguien sin oficio.

Me alegraba saber que estaba bien, aun así me sirvió el estar tantos días por ese lugar; de regreso a la oficina un sujeto algo peculiar me abordó y me preguntó si era yo quien necesitaba abrir una caja fuerte, aseguró ser un experto , no lo pensé dos veces y lo llevé de inmediato para que la abriera.

No le tomó mas de media hora hacerlo y lo que hallé fue sorprendente, habían unas fotos de los hombres que habían sido asesinados y una lista con nombres, todos los de la lista ya estaban muertos excepto uno... Marco Alferez.

Habían muchas fotografías de un grupo de jóvenes y llegué a la conclusión que en su adolescencia fueron muy amigos, algo sucedió en el pasado, algo muy grave y ahora alguien estaba cobrando venganza.

Ahora estaba un paso adelante del asesino, yo sabía quien seria la próxima victima y podría evitarlo, así mismo seria cuestión de tender una trampa para atrapar al homicida.

Esa noche fui al bar y le conté a Dalia mis avances, se alegró mucho por mi, quise invitarla a salir pero no me atrevía, temía ser rechazado, pero esa mujer me intrigaba mucho, sus ojos me tenían fascinado y pues mi orgullo de hombre conquistador me empujaba a lograr algo con ella.

Busqué al señor Alferez al día siguiente para contarle lo que descubrí, pero se negaba a atenderme, le expliqué la importancia de mi visita a sus guardias y de mis sospechas que alguien quería asesinarlo.

Me dejaron entrar y le expuse toda la situación...

-Estoy enterado de todo señor Batisti, no se preocupe, yo sé cómo cuidarme.

-Disculpe que le insista, pero este asesino ha sido muy hábil, ¿Qué le hace creer que estará a salvo?

-La gente que me rodea es de absoluta confianza y mi seguridad es eficaz.

-Entiendo, pero quisiera que me contara los motivos que tiene el asesino para hacer lo que está haciendo, es obvio que usted conoce las razones.

-No lo haré y por favor váyase, que mi tiempo es sagrado y no puedo seguirlo perdiendo con usted, -hizo una seña y sus guardias me sacaron del lugar.

Debía encontrar la manera de averiguar ese pasado por el cual lo querían matar.

DALIA® (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora