Visita. Ángel.

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Desde un principio sabia los problemas que tendría si me excedía. Nunca fue sorpresa para mi estar en tan mal estado.

La primera vez, perdí el control de mis poderes, tengo muy presente como fue todo, en ese momento me di cuenta que mi madre sabia el daño que podría causar en mi, y por ello siempre me lo había advertido. No me era permitido usar mi habilidad en casa y mucho menos fuera de ella, era muy extraña la oportunidad en que mi padre me sacaba a hurtadillas para practicar, por lo general me quedaba en sola casi todo el día, cuando mi madre llegaba a casa, practicábamos técnicas de combate cuerpo a cuerpo.

He de admitir que había olvidado que tan dolorosa era la sensación, esta es apenas la tercera vez que me excedo.

-Créanme -dije llamando su atención -. Lo entiendo.

-No -interrumpió Bakugou, con una voz tan seria como su expresión - ¡No lo entiendes, si realmente entendieras el daño que te haces, no actuarias tan a la ligera!

-Bakugou, déjala seguro esta cansada ahora mismo -hablo el pelirrojo en mi defensa.

-¡NO!, dime Aoi, ¿Qué diablos querías demostrar allá afuera? ¿Qué eres la más fuerte? ni siquiera conoces tus limites, pudiste pedir ayuda, ¡MIERDA! -grito, para después en un susurro apenas audible decir-. No debí dejarte ir.

Después de aquellas palabras el rubio abandono la habitación, no supe que decir "¿qué intentaba demostrar?"..... Que buena pregunta.

-Lo lamento Aoi, es solo que nos preocupaste demasiado.

La voz de Recobery Girl interrumpió aquella escena tan incómoda.

-Señorita Komatsu, puede retirarse cuando usted decida, como dije antes, sus heridas están sanadas, solo es cuestión de tiempo para que las contracciones desaparezcan -dijo la anciana -. De cualquier manera si sientes molestias puedes venir aquí de nuevo.

Asentí, agradecí su ayuda y me levante de la camilla, Kirishima, muy apresurado, se coloco a mi lado izquierdo, y me ayudo a caminar sosteniendo mi mano y sujetando mi hombro con su mano libre durante un buen rato, aunque eso no fuese necesario, fue un lindo gesto de su parte. Llegamos al aula a recoger mis cosas, las clases habían sido canceladas por el incidente.

Deslizamos la puerta y justo delante mía estaba Todoroki con mi mochila colgada en su hombro derecho mientras en el izquierdo cargaba la suya, estábamos a medio metro de distancia. Ambos saltamos un poco por la sorpresa.

-Aoi, no creí que ya estuvieses recuperada tan pronto, planeaba llevarte tus cosas a la enfermería, ¿Cómo te sientes? -dijo ignorando la presencia de Kirishima.

-Estoy bien, Recobery Girl fue de mucha ayuda. Tengo un poco de dolor pero no es nada gravé.

El bicolor paso su vista hacia Kirishima al notar que el pelirrojo me miraba preocupado.

-¿Sucedió algo? -pregunto.

No quiero mentirle, pero tampoco quiero decir la verdad, no quiero preocuparlo o que sienta pena por mi por una simple banalidad, no vale la pena. Además es un tema delicado, en su momento hablare con el de ello, pero no ahora.

-Lo que pasa es que Aoi...

Interrumpi bruscamente a Kirishima.

-No es nada, solo estaré teniendo contracciones un tanto dolorosas un par de días, como consecuencia de sobrepasar mi limite, realmente no es relevante -dije.

Sentí un ligero apretón en mi hombro por parte del pelirrojo, fue como si me regañara por no decir el resto, pero esa no es su deccion, lo ignore y el pareció comprenderlo, solo negó ligeramente con la cabeza mientras la conversación continuaba.

Chica Lista!  (Bakugou x Tu x Todoroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora