Único

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Jeon Jungkook aprendió de una forma muy dura que una persona no puede cumplir con gran parte de los planes que formuló para su vida; o por lo menos, de la manera precisa en la que se había imaginado todo en un principio.

Si bien al joven Jeon no le agradaban mucho los niños, él deseaba convertirse en padre algún día. Su plan ideal era hacerlo alrededor de los treinta años, para así poder ser un padre joven, pero con una carrera completa y un empleo más que estable.

Pero cuando su hermana mayor perdió la vida repentinamente, mientras daba a luz a un hermoso niño, Jungkook supo que era evidente que ya no podría desarrollar su futuro de la manera en la que había establecido.

Él se alteró de sobremanera en ese momento. Su ataque fue tan fuerte que ni siquiera pudo notar que realmente su hermana se había ido, y no volvería jamás. Cuando Jungkook se percató de lo que sucedía en verdad, sintió que su pecho se oprimía y un nudo se formaba en su garganta.

Su madre no estaba verdaderamente capacitada para hacerse cargo, pero él era un chico de dieciocho años. Tenía un empleo de medio tiempo con el cual cumplir y se encontraba terminando de concretar todo lo necesario para estudiar en una universidad, dado a que estaba cursando su último año en la preparatoria. Ni siquiera tenía tiempo para respirar, debido a todas las responsabilidades de las que debía ocuparse. Y ahora, como si fuera poco, se le sumaba a todo un bebé.

Jungkook sintió otro fuerte dolor en su pecho al recordar a Jimin, su querido novio. Se habían conocido en la escuela, siendo el castaño un año mayor que el joven Jeon. El menor nunca se había atrevido a mantenerse muy cerca del chico por culpa de sus nervios, pero sí solía observarlo siempre que podía. Sabía que estaba mal hacerlo y llegaba a ser vergonzoso, dado a que el mayor no parecía tener interés alguno en él. Pero no podía evitarlo, Jimin era muy hermoso.

Jungkook recuerda que siempre lo veía acompañado por el mismo chico, un tal Kim Taehyung. Le jodía mucho ver cómo el rubio podía abrazar al mayor a gusto y pasar tanto tiempo a su lado. Era obvio que no podía culpar a Kim o ir a reclamarle el que él sí pudiera tener una relación tan estrecha con Jimin, pero una sensación amarga inundaba su boca al verlos tan cariñosos.

El menor tenía en claro que necesitaba detenerse lo antes posible, y principalmente cuando decidió tener novia. Su amor por el mayor nunca había sido algo correcto, por lo que ahora mucho menos lo era si él tenía novia. La realidad es que Jungkook no sabe precisamente por qué accedió a ser pareja de Lalisa, si era claro que nunca había estado interesado en ella. Era hermosa y carismática, pero no era para él.

Quizás la decisión que tomó fue debido a que él pensó que, el convertirse en el novio de la chica, lo ayudaría a quitar al mayor de su mente. Pero por supuesto que no funcionó, aunque Jungkook se limitó a seguir fingiendo y ocultando lo que sentía. No fue la mejor de sus elecciones, lo sabe.

Él nunca imaginó que la propia Lalisa sería quien lo llevaría a terminar hablando con Jimin, dado a que era algo ilógico. Pero cuando la chica le dijo que le comentara al mayor sobre la fiesta que ella haría en su casa, Jungkook se quedó mirando incrédulo a la rubia por varios minutos, causando que ella le preguntara si se sentía bien.

La pequeña y vergonzosa conversación que pudo tener con el mayor fue el inicio de todo, porque —después de la misma— Jungkook había decido que no seguiría perdiendo la oportunidad de ver a Jimin sonreír para él. Si tenía que conformarse con ser solamente su amigo, lo haría con tal de no tener que alejarse.

Pero en cuanto el estúpido y muy oportuno de Taehyung expuso —en medio de la fiesta y ante gran parte de los estudiantes de la escuela— los sentimientos del mayor, Jungkook supo que definitivamente no debía ni podía permitir que Jimin escapara de sus brazos, por lo que no dudó en esperarlo y besarlo en cuanto pudo hacerlo.

Padres Primerizos 『Kookmin』☪adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora