Cadenas.

Un final de paz.

Miraba a los niños, habían cuatro guardias, por lo que podía observar estaban en una bodega, típico de los secuestro, Cutt Mordía su labio con frustración, Mo lo miraba de igual forma, el mismo estaba golpeado, pero se miraba calmado ante la situación, se miraron de nueva cuenta, Cutt Buzz se levanto golpeó al primer guardia, saco el cuchillo y abrio la garganta del otro, cuando los iban hacia su persona Liu tomó con fuerza la navaja entregada por su padre y atinó a la cabeza, quedaba uno de ellos, el cual se les quedó mirando, sacó su casco y miró a Mo.

—Sabes bajo mucho efectos de Alcohol, drogas y marihuana pude darme cuenta que no volverías, secuestre a unos niños, te golpee pero eso no trae alivio a esto. — Tocó su pecho con frustración, tirando el arma, sentándose mientras respiraba ansioso. — Tienes un hijo maravilloso, inteligente y cada faceta de el me hace recordar a ti, por eso ellos se van, pero ustedes se quedan.

Aquel hombre que hablaba era el mismo Tao, aquel que fue pareja del pelirrojo cuando esté pensó que ya había olvidado a He Tian, estaba ahí frente a el con el cabello más largo, pálido y lleno de ojeras, se miraba cansado y podría decirse que un poco viejo a pesar de su edad.
Tao entrego las llaves a los niños y Shan se levantó, se acercó a su niño, le indico todo lo que tenía que hacer, con quién se tenía que comunicar, Cutt Buzz estaba sentado y tocaba su estómago mientras su rostro de seriedad detonaba miedo, estaban en la etapa final.

Los tres se miraron entre sí y empezaron a batallar contra más de 20 hombre, se escuchaba el sonido metálico de las katanas chocando, las balas siendo detonadas a sangre fría, la sangre salpicaba el cuerpo de los humanos frustrados y que no les importaba más nada, cadveres que habían entregado su vida para un acto inmundo, trabajando para gente sin escrúpulos.

El pelirrojo no hablaba, no miraba a nadie, pero analizaba todo a su paso, desde el chico Tao que lo ayudaba sin razón aparente hasta Cutt que media sus fuerzas, evitaba el cansancio y esquivaba de manera inmediata los golpes en el estómago.

—¿Cuántos meses tiene la mini serpiente? — Preguntó sin tacto mientras sacaba un cigarro, si hoy se moría, por lo menos se fumaria un cigarro.

—No sé de qué me hablas, y no lo menciones, aún no sé si está muerto. — Pelo corto trato de mantener la calma, aunque sabía que estaba más que descubierto. — Semanas, como dos.

—Aun estas a tiempo de intervenirlo, aunque conociéndote, por eso te voy a pedir que te vayas. — Lo miró con frialdad mientras le quitaba las Katanas y caminaba delante de él, para llegar donde estaba Feng. — Si ese tipo sabe que estás así, le dará más fuerza para acabar con tu vida.

—No lo hará, y no me voy a ir, dije que contigo hasta el final y así será.  — Le pasó por un lado tomando las dagas gemelas y retomando el camino, el cual estaba lleno de personas muertas, inconsciente y en proceso de descomposicion.

Liu a pesar de que era joven, sabía manejar una moto, aunque era pasada y complicada, la adrenalina que corria en su sistema era más factible que el miedo o la fuerza, su primo lo sujetaba con fuerza mientras se encargaba de manejar a toda velocidad, necesitaba llegar a la estación de policía, protección infantil, no sabe cómo lo hizo, o como supo la dirección pero choco contra el cristal del lugar, miro al primer policía y con el dolor en todo su cuerpo hablo.

—En la Bodega abandonada, detrás del Ming Pai Tao, se encuentra el delincuente Feng, el agente Mo, y un víctima de secuestro llamado Cutt, nosotros logramos escapar pero necesita ir al lugar de los hecho. — Respiraba agitado mientras hablaba con rapidez y nervioso, su padre le había dicho que comentará eso, que estarían bien, y que de ahora en adelante el sería un verdadero He. — Soy He Liu y exijo que llamen a mi padre si no proceden con lo dicho.