Introducción

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Caminaba por los largos y blanquecinos pasillos, siendo el son de su andar, lo único audible en esa pacífica y desolada tarde, contrario a la mañana tan ajetreada que había tenido que tolerar.

Kim TaeHyung finalmente llegó a la puerta de salida y, el peso que había estado acumulando en sus hombros durante toda la semana, se aligeró considerablemente.
Podría decir que podía ver luz después de la obscuridad, y no era una exageración.

Por lo cuál se apresuró a abrir el objeto que le conducirá hacía la libertad, por lo menos el fin de semana.

Sus zapatos Oxford tocaron el pavimento y los rayos de un poniente sol iluminaron su piel bronceada, el fresco aire de otoño revoloteó su cabello castaño oscuro, despeinado así sus sutiles ondas que cubrían parte de su rostro, y que terminaban justo al nivel de sus ojos.

Caminó a paso lento, disfrutando de una soledad intangible pero ala vez tan real.

En ocasiones se sentía tan agobiado por simplicidades.
Eso había deducido tras incontables momentos de reflexión, donde esa soledad lideraba y se adueñaba de su ser.

Subió a su automóvil en cuando lo tuvo a su alcance, no habiendo en él intención alguna, de darle rienda suelta a sus negativos pensamientos.

Una vez dentro, tomó el volante con ambas manos, su cabeza cayendo inmediatamente sobre estas, era tanta la tranquilidad y paz que lo embriagan en ese momento, que una parte de si se sentía abrumado.

Sacudió la cabeza tratando de volver en si, sacó las llaves del bolsillo de sus pantalones, prendió el auto y arrancó enseguida.                                                                                                                          
Luego de eso, optó por tomar el camino menos transitado, pues quería continuar gozando de esa tranquilidad, ignorando que ese día sería quizá, el ultimo que disfrutaría de ella.

Metamorfosis [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora