Capítulo 1

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Pereza.

Eso es lo que siento.

Es viernes, faltan dos semanas para vacaciones y fin de año ¡Y ya tengo tanta...!

Un compañero de trabaja pasa por mi lado, así que rápidamente empiezo a trabajar, nadie debía saber lo que pienso.

Soy profesor de Matemáticas a tiempo completo en el Instituto Kimetsu, es un trabajo agotador ya que algunos estudiantes... Bueno, son muy tontos.

Reviso el último trabajo que les dejé, pronto serían los exámenes de fin de curso y espero hayan...

— ¿Desde cuando la raíz cúbica de 3 es 3? — Suspiro y aprieto mi puño — ¿Quién es...? Hashibira, maldición —

— Ese vocablo no lo debe tener un profesor — A la vez que escucho la voz, alguien me abraza — Buenas tardes —

— ¡A...! — Me trago el grito, esa persona era alguien bien conocida por mí — Kanae, quítate de encima mío ahora mismo —

— Oww — Un molesto murmullo sale de ella — Estoy recargando energía, espera un poco — Siento ahora como se recuesta aún más en mi — Waah~ —

La excesiva suavidad en mi espalda es muy agradable, pero sabía que si no me hacía el molesto, me molestaría mucho.

— Sabes que me molesta que hagas esto — Intento quitarla, pero como siempre se aferra más a mí.

Kanae Kocho, profesora de Biología.

Empezamos a estudiar juntos desde segundo año de secundaria, el último día de preparatoria me dijo que yo le gustaba, pero en ese momento su hermana se la llevó.

Primer día de universidad hizo lo mismo, pero nuevamente su hermana se la llevó.

Último día de universidad hizo lo mismo, y sí, su hermana se la llevó.

Primer día de trabajo no lo hizo, pero se volvió pegadiza de una manera que llegaba a ser tierna y hasta molesta.

De eso ya dos años, y todos los días era lo mismo.

Llegaba a abrazarlo y a pedirle que la acariciara, nunca lo hacía pero seguía molestando con lo mismo al día siguiente.

Ya casi llegaban las vacaciones, y a diferencia del año pasado que ella hizo planes a mitad de año con sus hermanas, este año había empezado a hacer planes con él.

— ¿Al final que dijeron tus hermanas? — Solo le interesaban esos planes que ella estaba armando por una razón: Irse de la ciudad.

Aunque ahorrase todos los meses, le sería muy complicado conseguir una cabaña en algún lugar lejos de la ciudad.

Pero ahí es donde llega esa persona pegadiza.

Le consiguió un plan en el cual irían a una provincia algo lejana, pero que según había visto en fotos era muy bonito el lugar.

Estaba realmente interesado.

— A Kanao la familia de su novio la metió en sus planes, la llevarán a ver a los abuelos de los niños y parece estarán hasta primavera con ellos — Kanae suspira — Shinobu casi me amenaza con que me fuera, no sé qué planea hacer pero creo que Tomioka-san será una víctima —

Rezo en lo profundo de mi corazón por mi compañero de educación física y deporte. Conozco muy bien lo molestas que llegan a ser estas Kocho.

— Oh... ¿Entonces...? — Antes de poder preguntar nada, ella hace que la silla se dé la vuelta.

— ¡Seré la mejor esposa para Sanemi! — Su sonrisa sincera causa que una molesta sensación aparezca en mi estomago.

Todos los profesores nos miran, no dicen ni comentan nada, seguramente todos ya creían que nosotros éramos pareja, cosa que obviamente no éramos.

— No molestes — Doy la vuelta y sigo mirando los talleres.

— ¿Desde cuando la raíz cúbica de 3 es 3? — Kanae me vuelve a abrazar y comenta — Ah, es Hashibira, él dijo que yo estaba loca al decirle H2O al agua —

No puedo evitar suspirar ¿Qué tan tonto era este chico?

— A mi me dijo que los Shogunatos nunca existieron, que dejara de hablar paja — Rengoku se levanta de su puesto y me mira — Es complicado enseñarle — Sonríe y vuelve a su trabajo.

— En dos semanas nos libramos de él ¡Ánimo! — El director de la nada aparece a nuestro lado.

Siento como Kanae me aprieta más ¿Y eso?

— ¡P-Pero aún está aprendiendo! Que confunda ishi (石) con migi (右) no es su culpa... — Mitsuri habla.

— Tiene más de 16 y aún confunde ki (木) con hon (本) hay límites... — Obanai, otro profesor de Biología habla — Vamos a plantar un libro si quieren —

La sala se llena de una risa cálida por parte de casi todos.

Luego vuelve el silencio y siguen trabajando.

Kanae aún no se quita de encima mío.

— ¿Kanae...? — Empiezo a hablar, pero ella habla antes.

— No te hablaré hasta el final del último día de clases, te esperaré detrás del gimnasio ese día ¿Vale? — Se acerca a mi mejilla y me da un beso — Hasta entonces —

Volteo a verla, pero ella sale corriendo despavorida.

Se me va a declarar otra vez ¿Verdad?

Solo suspiro.

Si no aparecía su loca hermana menor quizás... no, puede que sea otra cosa.

Saco esos pensamientos de mi cabeza y me concentro en lo que hago.

Era imposible otra declaración.

¿Verdad?

Y así, llegó el último día de clases y me encontré con ella en el lugar que había dicho.

— Y-Yo... aWah... esto... —

Frente a mí, la profesora de Biología tartamudeaba y jugaba con sus dedos de manera nerviosa.

Nuevamente se iba a declarar, eso es seguro.

— Kanae... — Quise decirle que no se pusiera tan nerviosa, ya van 3 veces que lo hace.

— ¡N-N-No! ¡Y-Yo hablaré! — Cierra sus ojos y aprieta sus puños delante de ella, se veía muy tierna — Sa-Sanemi yo... tu... ¡¿Quieres jugar a ser pareja por estas vacaciones?! —

Me quedo en silencio viéndola, procesando qué me dijo.

— ¿Qué? —

Y así, se la manera más rara... ¿Nos hicimos pareja... jugando?

Juguemos a un juego llamado Amor - SaneKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora