Juventud interrumpida

Capitulo uno.

Ahí estaba el, un hermoso ser, que debió haber sido creado sólo por un dios, era la descripción gráfica de la perfección sin duda alguna.
Llevaba por ahí de 20 minutos observándolo desde el marco de la puerta de mi casa mientras ambos esperábamos el autobús de nuestras respectivos colegios.
Sólo existía una distancia de dos cuadras y media que nos separaba..
Y me gustaría que esa distancia estuviera reducida a centímetros..

-Vamos Jovencita, nos atrasarás a todos.- la grave voz de Jerry, el chofer, me saco de mis fantasías y me ordeno subir al autobús.
Me disculpe y me dirigí al fondo, donde Tyra y Amy ocupaban los mismos asientos desde primer grado.

-Otra vez espiando a Don Sexy, o que Luce? Pregunto Tyra mientras yo tomaba asiento a su lado.
-No lo consideraría como "espiar" Le contesté, enfatizando la palabra espiar, al tiempo que hacia ese movimiento con los dedos simulando comillas en la palabra. -Más bien era un intercambio de miradas, como si sostuviéramos una charla con los ojos- termine de decir, antes de que Tyra o Amy articularan alguna otra tontería.

-Charla con los ojos?-Preguntó Amy con una risa ahogada.
Tyra se hecho a reír.

-Eso fue.- protesté con el ceño fruncido.
Ambas callaron, y el resto del camino hubo un incómodo silencio entre nosotras, sin mencionar las múltiples risitas que ahogaba Amy al recordar mi estúpida contestación a su pregunta.

Llegamos al instituto, y como era costumbre, todos en el autobús salieron disparados hacia el jardín principal, donde charlaban, Hacían Bromas y se daban los últimos retoques antes de entrar a clase.
Había más de un ciento de personas, todos perfectamente claificadas, cada uno encajando en un respectivo grupo social.
Pude divisar a Chealsea entre los árboles con su grupo de gatas porristas.
La mitad de ellas solo era una sarta de niñas bonitas con gran trasero que lo único que sabían hacer era pedirle letras al público para formar la palabra "Halcones".
Y bueno, la otra mitad gustaba de presumir su habilidad para dar saltos y hacer movimientos acrobaticos.

Seguí mi camino hacia la puerta y Entonces una pelirroja chocó mi hombro con el suyo.
Perdí unos segundos el equilibrio y voltee de inmediato para pedir perdón, aunque la culpa no fuese mía.
Mis ganas de proseguir con la disculpa se esfumaron al reconocer su rostro.
-Peggie! Mira que estas igual de tonta que el día de ayer.- bufo Jasmine haciendo un puchero.
No conteste, y me Seguí hacia el salón de clases.
Las risas de Jasmine retumbaron en mis oídos.
Peggie era un antiguo apodo que me fue otorgado en primero, Cuando era una pequeña bola de grasa a la que todos gustaban molestar.
Ya no tengo ese mismo aspecto ahora, pero el apodo sigue ahí.
Ya casi todo el mundo había superado aquello..
A excepción de Jasmine, que era otra gata en Lakemore, y a comparación de Harmony y Chealsea, no era buena para absolutamente nada que no tuviera que ver con sexo o chicos.
Sólo era bonita y ya.
Era tremendamente fácil, y según los rumores, ya se ha tirado a medio instituto. Había sido acusada incluso de tener relaciones con el entrenador Woodley, después del partido de football en los interescolares de hace dos años.

Ella,Chelsea y Harmony tenían personalidades y aspectos distintos, pero había algo que las vinculaba a todas, y que las hacia populares a todas por igual.
No me imagino siendo una de ellas, ni en mis mejores sueños.
Yo solo pertenecía a un trío de chicas que no tenían nada en especial.

Tyra, Amy y Yo.
Un grupo de chicas sin ningún tipo de preocupación.

Las chicas y yo vivíamos cerca, por lo que viajábamos en el mismo autobús, cada mañana en día de clases..
Recuerdo el primer día que las conocí, fue el primer día en secundaria. Ellas se encontraban justo en los mismos asientos de siempre, y el asiento a su lado era el único vacío en ese entonces, por lo que me vi obligada a sentarme con ellas, y socializar, para no tener que pasar el primer día de clases sola, como había sido mi costumbre los años anteriores.
Eh sido tímida toda mi vida, y el hecho de tener que cambiar de grupo social no me iba muy bien, por lo que estoy prácticamente encadenada a ellas, durante el resto del tercer grado, y eso no era muy de mi agrado.
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