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Era una noche cualquiera, eran casi las 23 hrs y ni un alma se paraba dentro de la fea tienda de autoservicio, ubicada justo en la esquina de la calle menos concurrida de la ciudad de Seúl. Estantes llenos de artículos pero vacío de personas. El lugar estaba ambientado con música aburrida típica de una tienda.

—¡Ya me quiero ir!- se quejó el chico pelinegro recargado sobre la barra de servicio.

—¿Me hablaste Jungkookie?- un chico castaño llegó de la bodega hacia la tienda, en sus manos tenía una pequeña consola de videojuegos.

Ambos chicos portaban como uniforme una horrible camiseta de rayas amarillas y rojas verticales además de un pequeño letrero con sus nombres.

—No, nada. Solo ya me aburrí, no hay nadie a esta hora Taehyung. ¡Nadie!

—Paciencia...- siguió mirando la pantalla del aparato- solo llevamos dos horas y saldremos a las 4 am. ¡Oh no! Me acaban de matar- sus labios formaron un puchero y molesto se dio la vuelta para regresar al lugar donde se encontraba- estaré aquí si me necesitas.

—¿Por qué tuve que conseguir este trabajo y no alguno donde hiciera algo más interesante? ¡Oh! Es cierto...mi tonto amigo me obligó a hacerlo para "pasar el tiempo juntos"- formó unas comillas imaginarias con sus dedos. Tomó asiento en el banquito giratorio y comenzó a dar vueltas para matar el tiempo.

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En algún lugar cercano a la tienda, unos chicos se preparaban para entrar, o mejor dicho hacer un intento de robo.

—¡Hyung!

—Tardaste. ¿Trajiste lo que te pedí?

—Sí, aquí está Suga hyung- el chico pelirosa le entregó con extremada sutileza la cosa envuelta en un paño negro- te dije que podrías confiar en mí- sonrió orgulloso de sí mismo.

—Conozco tu grado de torpeza, Jimin. ¿Se la compraste a Nam?

—Algo así...- rascó su suave cabellera e hizo una sonrisa muy inocente.

—¿A qué te refieres Park?- desenvolvió el paño y se encontró con algo inesperado- no me jodas...- suspiro cansino- ¿esto es un arma de juguete?

—Sugaaa~ No quería llevar encima una de esas cosas y menos una real, me dan miedo- mencionó con un puchero en sus abultados labios- además, aún así podríamos usarla.

En realidad, ambos eran ladrones novatos y este era apenas su cuarto robo. En el primero se arrepintieron por ver a un policía cerca, en el segundo le quitaron sus helados a dos pequeños niños en el parque y durante el tercero prefirieron pagar.

Este sueño surgió cuando vieron una película extranjera en la que un grupo de amigos se hicieron grandes ladrones y estafadores.

—¿Entonces, dónde será esta vez hyung?- Jimin se hayaba dando pequeños saltos de la emoción.

—Relájate un poco, ¿okay?- Yoongi intento calmarlo tomándolo de los hombros- ¿ves esa tienda de enfrente?- señaló con su mirada.

—Oh...no- sus ojos se abrieron por la sorpresa y comenzó a negar frenéticamente con la cabeza- no, definitivamente esa tienda no.

—¿Por qué? ¿Ocurre algo?- su hyung lo miró confundido esperando una respuesta.

Para Jimin esa tienda ya le era completamente familiar, de hecho, todos los días después del colegio la visitaba. Era una rutina rápida pero segura, se paseaba por los pasillos buscando algún producto pero al final solo compraba un pequeño dulce, todo esto como excusa para ir a ver a ese chico pelinegro que le parecía muy apuesto pero que nunca pasaba de las palabras entre una relación de cliente-vendedor.

Cʟᴜᴍsʏ ᴀɴᴅ Cᴜᴛᴇ Tʜɪᴇғ ||ʲⁱᵏᵒᵒᵏ; ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora