Ni copias ni adaptaciones ni pollas, respeten por favor.
¿Que pasaría si de repente tienes que llevar a tu hijo a tu trabajo pero nadie sabía del él?¿Cómo te sentirías si de repente comienzas a sentir algo por uno te tus vecinos al que le pediste qu...
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Volkovpov's
Llegamos a los edificios de departamentos después de algunos minutos de viaje en los que cada vez me ponía más nervioso, no sabía sí alguien me llegaría a ver e intentaría hacerme preguntas, pero tampoco sabía si no había gente a los alrededores de mi departamento. Bajé a Iván, tomé la mochila y mientras la acomodaba en mi hombro lo levanté para pegarlo a mi, entré al edificio y luego fui a ascensor, al comprobar que estaba vacío entré pero antes de siquiera poder cerrar la puerta un chico con una cresta un tanto rara entró. Ahí es cuando todos mis miedos llegaron, aunque él parecía cansado de haber corrido, recordé que tenía una botella de agua así que la busqué sin tardar casi nada ya que solo había pocas cosas en la mochila, tras sacarla se la ofrecí, si alguien me veía con Iván por lo menos voy a ser lo más amigable posible para no asustar. El hombre me miró y luego a la botella para finalmente arrebatármela, abrirla y beber rápidamente, al finalizar me volvió a mirar con una sonrisa y luego habló.
—Muchas gracias señor, llevo corriendo desde hace algunas cuadras y ya sentía que me moría—Por alguna razón su sonrisa me embobo y no me di cuanta que en todo ese tiempo no había presionado la tecla de mi piso, rápidamente lo hice algo avergonzado, aunque... Esto no era normal de mi.
—No hay de que hombre.—Le respondí a los segundos.
—¿Es su hijo?—Le miré de reojo, tenía una mirada de ternura hacia Iván y a él no parecía importarle mucho que un extraño hablara conmigo de si mismo.
—Sí.
—¿Cómo te llamas?—Iván abrazó más a su peluche y se pegó tanto como pudo.
—Iván...—Respondió casi en un susurro.—Iván Volkov....—Por el movimiento que hizo noté que bajó la cabeza para ver la cabecita del osito.
—Oh ¿Entonces usted es el comisario Volkov?—Me habló sorprendido. Asentí mientras dirigía mi vista hacia las puertas abriéndose delante de los tres.
—Wow he escuchado mucho de usted por parte de unos amigos policías—Miró el tablero para averiguar en que piso estábamos.—¿Vive en este piso?¡Que coincidencia!—Al sonreír sus ojos se achinaron dejándome una vista bastante tierna.
Ambos caminamos fuera del ascensor y paramos cada uno en su respectiva casa, él vivía un departamento después del mío, ¿Cómo era que jamás lo había visto?
—¿Es nuevo por aquí?—Le pregunté bajando a Iván para buscar las llaves y poder entrar de una vez por todas.
—Sí, nos mudamos hace poco, es que yo quería ver a mis amigos además de que sentimos más seguridad cuando mis amigos nos dijeron que había dos comisarios y un super...¿Superdetergente?—Aguanté como pude la risa al ver como ponía una mano en su mentón y miraba hacía arriba como si estuviera pensando, eso sí, el que no aguantó fue Iván que empezó a reír apenas ese hombre hizo esa acción.
