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Ya eran las 9 de la noche, estaba en camino a la casa de César, llevaba los audífonos a todo volumen mientras escuchaba Dream on de Aerosmith, me encantaba su música la verdad no tenía comparación, pero dentro tenía otra preocupación: era el primer quino al que iba y yo era un chico de esos a los que le gusta pasar una noche con sus amigos a estar bailando, bebiendo y fumando, la verdad no me gustaba.

Llego a casa de César, y me abre una señora de unos 40 años, le calculo yo, su mamá.

-Buenas noches señora - un beso en la mejilla - ¿Está César?

-Buenas noches hijito - me dice mientras apunta con un dedo al interior de la casa - pasa pasa, César está adentro.

-Gracias - le digo mientras me dirijo hacia el cuarto de mi amigo.

Mientras avanzo a su cuarto un mensaje llega a mi Motorola, es de mi mamá y dice:

Hijo diviértete esta noche. Cuidate mucho. Sabes que te quiero mucho. Nada de tragos, okay?

Ay mi mamá, siempre queriéndome cuidar, como si no estuviera ya lo bastante grande. Antes de poder mandarle un mensaje para tranquilizarle me sorprende un saludo.

-Néstor! Hermano! Qué bueno que hayas decidido venir. Será la mejor noche de tu vida! - dice mientras me da un tremendo abrazo.

César, un chico de metro ochenta medio gordito pero no se le notaba, cabello rizado corto y ojos claros. Él y yo somos amigos, lo mejores amigos, en nuestro salón si le preguntas a la mayoría, dirán que somos gays, porque siempre andamos juntos aunque la verdad es que él está enamorado de Paola y ya quiere dar el siguiente paso.

Nunca había visto a Paola atractiva, si soy sincero. Pero César veía en ella algo ... nunca quiso decirme, a pesar de que seamos muy amigos, pero no me importaba mucho. No me importaba en nada el amor en esos días era como un friki si por mi fuera, me quedaría todo el día en el ordenador jugando la infinidad de videojuegos que tenía.

Pero hoy había decidido salir por primera vez.

-Y ... hoy es el gran día? - le pregunto mientras se rocía un poco de desodorante.

-Claro, he estado esperando mucho y creo que hoy por fin será el día. Mira lo que le compre - dijo apuntando a una bolsa relativamente grade.

Me acerco la bolsa y me quedo asombrado.

-Oye, ¿no pensaste que quizás ya tiene muchos peluches? - digo cuando saco el enorme osito de peluche rosado que hay adentro de la bolsa.

-Pienso que no además este le gustará más, es más grande.

-Y más caro.

-Ponlo en su bolsa y no hagas comentarios - también ríe.

Hubiera tratado de convencerlo de que le regalara otra cosa, pero aprendí que cuando una idea se le mete a la cabeza no se cansa llevarla a cabo.

-Ey! Mucho te tardas! Llegaremos tarde! - le digo.

-Solo ha pasado una hora, seguro aún no empieza, se nota que es tu primera vez, relaja un poco - ese comentario me molesto un poco.

-Te juro que si llegamos tarde ...

-Relaaaaaja.

-Okay - negué con la cabeza.

-Sabes? Yo también estuve como tu ...

-Sí que eres pesado - se echó a reír.

-Venga, ya estoy listo, vamos.

Aunque la casa de paola no quedaba tan lejos el padre de césar se ofrecio a llevarnos en su auto, no era el mejor coche, pero tenía lo suyo.

-Escucha hijo, volveré a la 1, si se quieren quedar más solo llamen - dijo el padre de césar - si pasa algo ... cualquier cosa no dudes en llamar.

-No te preocupes no creo que suceda nada malo.

Y ahí va, el coche desaparece detrás de la esquina y quedamos solos frente a la puerta.

-Ya es hora, no te asustes - me dice y me golpea con el codo.

-Muy gracioso te crees no? - me río.

Antes de que pudiéramos seguir conversando sale una chica y le dice apresuradamente a César:

-¿Dónde te has metido, eh? Solo faltas tú!

-Lo siento Dariela, me tardé mucho en la ducha - ríe.

-Apura entra ya vamos a empezar! Se supone que eres el invitado de honor debiste llegar temprano! - le dice mientras lo agarra de la mano y se lo lleva.

Me quedé solo frente a la puerta sin saber qué hacer. Pero, antes de pensar en que hacer mi amigo se asoma a la puerta y me dice.

-Pasa, no tengas miedo, yo iré contigo después!

Si no fuera mi amigo, le rompería la cara.

Yo también te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora