Do Better (Bellarke)

Capítulo 3

Madi miró hacia afuera. El patio principal estaba repleto. Su pueblo la esperaba, y ella tenía mucho miedo, porque todos la admiraban por ser Heda, pero ya no tenía la flama, ni los conocimientos de la comandante. 

Indra apoyó su mano en el hombro de la pequeña, y ésta la miró a los ojos. 

—Estaré junto a ti todo el tiempo. Si necesitas ayuda te la daré. —La niña asintió y tragó saliva. 

"Los vivos tienen hambre" pensó Madi, recordando las palabras de Lexa, y salió.

—Wonkru. —Exclamó y levantó la mano. Su voz hizo eco, y los vítores se detuvieron de repente. — Encontramos un nuevo hogar, en el que podremos tener paz, y lo protegeremos para que nuestros hijos crezcan y tengan una vida sin conflictos, ni guerras.

Madi miró a Indra para saber si iba bien, la mujer asintió. 

—Quiero que Wonkru se mantenga unido, y si alguien se atreve a intentar separarlo, se convertirá en mi enemigo. —La gente gritó y festejó. Madi levantó la mano en forma de despedida, todos hincaron la rodilla en simultáneo y volvió a entrar al castillo.  

—¿Cómo que se los entregó? —Clarke caminaba tan rápido que Murphy casi no podía seguirle los pasos. 

Cuando iba a decir una palabra, Clarke ya había cruzado la puerta del comedor del castillo. 

Raven estaba allí, viendo a Russell sentado a la cabeza de la mesa. Las cuencas de sus ojos huecas, su garganta con un tajo profundo, y su sangre esparcida sobre la madera barnizada. 

—Por lo menos murió como un rey. —Raven odió a Murphy en ese momento por casi sacarle una risa en la situación menos indicada. 

—¿Qué hiciste? —Preguntó Clarke furiosa. 

—Se lo merecía, y tú merecías esto. —Raven señaló el cadáver de Russell y empezó a sentirse mal. —No puedes culparme por esto. Perdí a muchas personas como para que me juzgues por vengar a la mujer que consideraba mi madre. 

La morocha golpeó la mesa y las lágrimas comenzaron a surgir. Emori la abrazó por la espalda y apoyó el mentón sobre su hombro por unos instantes, luego se separó.

—Lo siento mucho. Y tienes razón. —Clarke se acercó y buscó su abrazo. —Tan solo no quería que cargaras ese peso.

—No puedes cargarlo tú sola siempre. —Susurró entre sollozos y se aferró a Clarke con todas sus fuerzas. —Ahora tienes que irte. Octavia está en peligro, nosotros nos encargaremos de que nadie lo sepa.

Clarke se alejó aguantándose las lágrimas. Ésta era su oportunidad de no tomar la responsabilidad ante un problema, y tenía miedo de tomarla. Tenía miedo de equivocarse, y de que su lugar fuera ese después de todo. 

—Escúchame. —Se aproximó a Murphy tratando de mantener la compostura. —Va a ser la primera vez que te confíe todo lo que tengo, lo que me queda. Cuida a Madi, y cuídalos a todos.

—Me encargaré, y te prometo que nada va a pasarle a Madi. Cuidaremos de ella. —Murphy fue sincero, sabía que Clarke lo miraba de otra forma ahora, y tenía que hacer las cosas bien. 

La rubia asintió y le dio una palmada en el brazo antes de salir de la gran habilitación. 

Esa tarde Bellamy y Clarke se despidieron de sus amigos, pensando que los volverían a ver pronto. Pero estaban equivocados. 

Clarke guardó el collar de su madre en su bolsillo, y le pidió a Gaia que vigilara de cerca a Madi y enterrara la flama.

Murphy y Bellamy se dieron la mano, después de todo lo que habían pasado, nuevamente tenían una misión, y trabajaban juntos, por la misma gente. Bellamy lo vió convertido en un líder, escogiendo a los demás antes que a sí mismo, responsabilizándose. Y supo que toda esa gente estaba en buenas manos.