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Mark y Donghyuck se conocían desde niños, al principio se llevaban mal, pero con el tiempo, sorprendiendo a todos sus compañeros, se hicieron mejores amigos. Ellos decían que eran almas gemelas. Siempre estaban juntos, no había día en el que no se vieran, siempre buscaban el modo de estar juntos.

-Vamos Mark, si no te das prisa llegaremos tarde-

Estaban yendo a la casa de uno de sus amigos, Chenle, su familia tenía una casa grande y se le ocurrió la idea de hacer una fiesta de pijamas junto a sus amigos.

Mark estaba cansado de tanto caminar, nunca había ido a la casa de Chenle, por lo que aceptó la invitación de este sin rechistar.

En aquel momento se estaba replanteando la idea de si merecía la pena ir o no.

La casa estaba demasiado lejos, pero no quería dar media vuelta, según su mejor amigo ya estaban por llegar.

-¡Mark!- gritó Donghyuck metiéndole prisa a su mejor amigo.

-¡Me duelen las piernas, no me metas más prisa!- se quejó Mark y Donghyuck rodó los ojos parandose en la acera mientras esperaba a que Mark estuviera a su lado.

-¿Quieres que te lleve en mi espalda lo que queda de camino? Principito- bromeó Donghyuck con una sonrisa.

Esta se borró al ver que Mark asentía rápidamente.

-No seas crío, solo nos falta pasar dos casas más- Mark le miró con los ojos como platos y comenzaron a caminar nuevamente.

Hacía diez minutos que no veían una casa. Eso significaba que iban a estar otros treinta minutos andando más o menos.

-Me tendrías que haber dicho la ubicación exacta de la casa de Chenle, si lo hubiera sabido no habría venido- dijo Mark parandose haciendo que su compañero le mirase.

-Si te lo hubiera dicho no te habrías molestado en venir- dijo Donghyuck rodando los ojos.

-Yo me largo, tardo menos en volver a mi casa que a la de Chenle- dijo dando media vuelta pero Haechan le sujetó de la muñeca y le arrastró unos metros hasta que Mark dejó de insistirle en que dieran media vuelta y fueran a su casa a ver alguna película.

-Si quieres cuando pasemos la siguiente casa te llevo un tramo en mi espalda. Pero no te ilusiones, aún quedan unos veinte minutos y pesas mucho como para poder llevarte todo lo que queda de camino- dijo Donghyuck entrelazando su brazo con el de Mark mientras seguían caminando.

-Tú lo has dicho, no yo- dijo Mark haciendo que su mejor amigo soltara una risa.

Su amistad era algo extraña y especial.

Nadie entendía como los dos chicos que se odiaban desde pequeños podían haberse convertido en mejores amigos.

Una vez pasada la siguiente casa, Donghyuck le dijo a Mark que se subiera a su espalda, este lo hizo sin quejarse.

-Para, me haces cosquillas- dijo Donghyuck al notar la respiración de su mejor amigo en su oreja.

-Lo siento, señor quejica- dijo Mark acomodandose en la espada de su amigo haciendo que este casi perdiera el equilibrio.

-Al final nos caeremos por tu culpa- le advirtió Haechan ganándose una risa de parte del mayor.

Unos minutos después Donghyuck bajó a su mejor amigo de su espalda al notar que sus piernas comenzaban a fallarle.

𝐖𝐚𝐭𝐞𝐫𝐦𝐞𝐥𝐨𝐧&𝐅𝐮𝐥𝐥𝐬𝐮𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora