Capítulo 1
Nada habría ocurrido si tan sólo él se hubiera quedado en su habitación.
Wei Wuxian sobó su cien por décima vez en diez minutos. Las grandes gotas de sudor resbalaban por su nuca y mejillas, sus labios temblorosos e hinchados estaban contraídos en la más pura mueca de impotencia, sus ojos, al igual que su corazón, se mostraban aturdidos, molestos, incluso dolidos.
Una mano estaba empuñada encima del lavabo de granito blanco, zambulló su cabeza en el elegante chorro que caía y ocasionó un desastre de pequeños riachuelos de agua que saltaban de su cabeza a su espalda. Su camisa abotonada y negra se mojó.
No le importó para nada.
Afuera del baño, escuchaba como una voz femenina y tímida le llamaba sin cesar, la voz era avergonzada y culposa. Él miró su propio cuerpo, temblante, caliente y sorprendentemente erguido.Sobretodo....ahí.
Menudo lío en el que se había metido.❀❀❀
Todo comenzó hacía varias semanas ya, en la casa de siempre, en la cama que tantas noches había ido a visitar a media noche tan inocentemente, por la persona de la que menos se esperaba ese tipo de actos.
Lan Wangji era su mejor amigo de infancia. Se conocieron cuando sus padres todavía vivían, eran vecinos en el pequeño pueblo de Bai Tai; los padres de ambos se llevaban verdaderamente bien y aquello obligó a los pequeños a verse prácticamente todos los días.
La habitación de Wei Wuxian quedaba a vista de la de Lan Wangji y viceversa, a veces, el pequeño niño travieso se colaba por la ventana y corría por el pasto para meterse en las sábanas de su calmo vecino y dormir con él.
Jugaban desde pequeños y realmente no significaba más que eso, a veces peleaban y a veces tomaban hasta la siesta juntos en el jardín de infantes, correteaban por aquí y por allá.
Y con el paso de los años, su relación se fue afianzando.
Cuando cumplió los 10 años, terminó de mudar sus dientes de leche, ese día Lan Wangli le regaló un helado.
Cuando Lan Wangji cumplió 15 años, le ganó en una apuesta de altura, él tuvo que regalarle un helado.Cuando ambos tenían 16, los padres de Wei Wuxian murieron, al sólo tener un tío político, ambos supieron que él se iría muy lejos, a una ciudad.
Semanas después, y para su sorpresa, la familia Lan decidió mudarse también. Volvieron a ser vecinos. Wei Wuxian tenía dos primos políticos, uno fue difícil de manejar pero con los años se volvió otro confidente suyo. A veces Jiang Cheng le colaboraba cuando se escapaba de su casa para irse a alguna fiesta o simplemente para meterse dentro de las sábanas de su calmo vecino.
A veces...solo a veces.
A los 17, Lan Zhan sufrió su primera borrachera. Fue un verdadero espectáculo, aún tenía videos de ese día. Cuando él cumplió los 17, entre su Shijie y Lan Zhan le prepararon un comelon exquisito, aún recordaba el sabor del congee de cerdo y las semillas recién cortadas de loto.
A los 18, los 4 se separaron por elegir carreras universitarias distintas. Excepto él y Lan Zhan, ambos ocuparían el campus de Beijing. Cuando consiguieron establecerse una residencia, descubrieron que seguirían siendo vecinos, pero esta vez en departamentos.
En esos lugares, los edificios estaban tan pegados uno del otro, que Wei Wuxian podía aprovechar para saltar de su ventana a la de su calmo vecino, desde un séptimo piso...si, estaba loco. Se envolvía dentro de las sábanas de su amigo cada vez que era posible. Tal y como lo habían hecho siempre.
Lan Wangji nunca le puso impedimento, ahora que lo había hecho más de unas seguras 3000 veces, era demasiado tarde. Cada vez que llovía, en cada festividad, cada vez que tenía un mal sueño, cada vez que escuchaba un ladrido, cada vez que quería celebrar algo, cada vez que estaba muy aburrido y quería jugar play, cada vez que hacía frío, cada vez que hacía calor, en cada cumpleaños de sus padres, cada vez que quería hablar con alguien cada vez que debía dormirse pero no tenía sueño....
Siempre lo hacía, básicamente. Saltaba de ventana a ventana, se metía entre los edredones, enrollada sus piernas con las contrarias y quedaba en un profundo sueño casi automáticamente. Cuando se despertaba ya Lan Wangji se había levantado y siempre lo encontraba preparando café.
A los 19, Wei Wuxian comenzó a tener citas. No fueron muchas, pero sí significativas. A los 19 Wei Wuxian tuvo su primer beso, sus primeros suspiros y sus primeros sonrojos, así como sus primeras desilusiones, cuando de pronto toda la magia se le acabara como si de una burbuja de ilusión explotada se tratara.
A los 21 tuvo su primera pelea emblemática y cuasi ultimátum con Lan Wangji, por una chica por cierto. Ahora entendía el porqué, antes no le había comprendido para nada. Luego de esa pelea se distanciaron.
Solo por 3 días.
Al 4to día tuvo que volver a visitarlo a la cama para pedirle perdón y que no volvieran a pelear más, cual marido y mujer. Pero él no lo había visto de esa manera, hasta que...
A los 22, creyó haber conocido a la correcta. Las pocas chicas con las que habían salido eran como un girasol en plena primavera, brillaban espontáneas y con sonrisas atrayentes, perfumadas juvenilmente con máxima picardía y sobretodo elocuentes.
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Esta no es una Historia Heterosexual
Short StoryLa historia se situa en el mundo moderno. Wei Wuxian siempre había sido despreocupado, de actos espontáneos e improvisados. Sin embargo, él no pudo esperarse que las consecuencias de sus atos le afectaran tan gravemente. En un lugar donde la crianz...