~Shrubbery~

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Cuando era pequeña, mi padre solía contarme historias sobre hombres que se transformaban en grandes bestias, abandonando su forma erguida para caminar en cuatro patas. Me tenía prohibido ir al gran roble que estaba cerca de la frontera al bosque porque, según él, esas criaturas estarían ahí y no tendrían piedad para una niña como yo. Ahora que lo pienso, creo que solo contaba esas historias para asustarme, lo único que había cerca de este viejo roble eran animales muertos.
Él siempre fue muy sobreprotector conmigo, rara vez me dejaba salir de casa, lamentablemente ya no había podido verlo, cuando cumplí 15 años se tuvo que marchar por trabajo, no lograba ni verlo una vez al mes, pero siempre me escribía cartas. 

Con la vista perdida entre los arboles y arbustos mas allá de la frontera del bosque, le di otra calada a mi cigarrillo para después dejar salir el humo, me gustaba venir y montarme en las ramas del viejo roble, me ayudaba a pensar mejor y el ambiente era muy relajante, me hacía sentir viva. A lo lejos, coloque la vista sobre los arbustos al darme cuenta que se movían muy ferozmente, por un segundo creí que era el viento, pero no se sentía ninguna brisa tan fuerte, intente enfocar la vista mas allá pero no logre ver nada. Finalmente me rendí de averiguar que se encontraba tras el arbusto, realmente no me importaba. Di las ultimas caladas a mi cigarrillo, baje de las ramas del árbol, sacudí mi pantalón y me dirigí a casa, no se encontraba muy lejos de la frontera, era algo bueno de vivir en un pueblo tan pequeño, podia ir caminando a todos lados. 
Llegue a casa, pero antes de que me diera tiempo de cruzar la reja para llegar a la entrada, la puerta fue abierta dejando salir a mi madre un tanto acelerada.

-¿Qué no tienes idea de la hora que es? - pregunto enojada -Me tenias muy preocupada, sabes que no puedes salir a altas horas de la noche - dijo apuntando el reloj imaginario que tenia en su muñeca. 

-¿Altas horas de la noche, mamá? - respingue, sacando el celular de mi bolcillo -Son apenas las 8, no seas histérica por favor - pase una mano por mi cien y la esquive para pasar por la puerta.

-Aun así, tienes que avisarme. Se pone muy oscuro y sabes que no me gusta que te escabullas para ir al bosque, no creas que no me entero de nada - intento seguirme dentro de casa, pero ya me encontraba en las escaleras de camino a mi habitación, huyendo del seguro sermon que iba a recibir. 

Entre a mi habitación cerrando la puerta tras de mi, me tire sobre la cama y cerré los ojos intentando dormir un poco. Mi tranquilidad se encontró interrumpida cuando mi celular comenzó a sonar, lo ignore y me cubrí el rostro con una almohada, aunque esto fue en vano ya que el celular seguía sonando, frustrada lo tome para mirar la pantalla, respondí enojada. 

-Dime una buena razón para no matarte, Kim Taehyung - solté con molestia, antes de si quiera dejar hablar a mi amigo.

-Puedo notar que no estamos de humor ¿he? - dijo divertido, pero me sentía cansada así que no respondí -Bueno, bueno. A lo que voy, hay una fiesta en una hora y no quiero ir solo ¿podrías acompañarme?  - utilizo su voz melosa conmigo que en vez de ser algo dulce, parecía un ataque al corazón, su voz ya era profunda de cualquier manera, solo por esa razón él sabía que era mi debilidad.

-Taehyung, sabes que no puedo responder cuando haces eso, detente. Procederé a negarme y colgar, gracias por llamar. Bye - iba a colgar pero logre escuchar algo que me detuvo. 

-Vamos bebé, por mi ¿Sí? - siguió manteniendo su estúpida voz que hacia que cada parte de mi se tensara.

-Demonios - suspire para mi misma, se escucho un gruñido al otro lado de la llamada, dándome a entender que me había escuchado -Estoy lista en 10 minutos, nos vemos - colgué, porque si me pedía otra cosa, no iba a poder negarme. Me levante de la cama para arreglarme un poco, peine mi largo cabello con mis dedos, me mire al espejo y note que el tinte rosa que me había puesto hace dos semanas estaba perdiendo intensidad, tendría que retocarlo luego, me coloque una chaqueta para no pasar frio y me puse mis botas favoritas. Iba vestida muy simple, de todos modos siempre terminaba huyendo de las fiestas a las cuales me invitaba Taehyung. Salí de mi habitación y me encontré con mi madre al bajar las escaleras. 

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2020 ⏰

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