Capítulo I

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Una noche oscura y fría se estaba haciendo presente en mi ciudad, una noche perfecta para mis gustos; la fría brisa chocaba contra mi cuerpo cubierto por un suéter gris y contra mi cabello sin ningun peinado en especial, el cual era despeinado por esta misma.

El ruido de la calle y de las personas intentando ir a sus hogares era abrumador, mis audífonos en mis oídos sin música alguna lograban disminuir aquellos ruidos haciendo más pacífica la llegada a mi apartamento.

[ ¿En realidad quiero llegar? Mañana solo sera un día de mierda igual que los demás ]

Un suspiro algo pesado salió de mis labios luego de ser lamidos por mí.

Giré un poco mi cabeza notando que a mi costado se encontraba un callejón y conociendo la ruta a mi casa este haría que llegara más rápido a mi destino; sin pensarlo rompí mi rutina, me adentre a aquel oscuro callejón. El ruido se había desvanecido, había encontrado paz en aquel lugar.

Mis ojos se fijaron inmediatamente en el cielo, era casi el anochecer, sus colores rondaban por el negro, morado y algunas tonalidades de anaranjado, una grande y blanca luna ya se hacia visible a esas horas, al igual que las estrellas, las cuales eran admiradas por mis ojos sin vida. Hace mucho tiempo le perdí la gracia a la vida, pero habían pequeños momentos en los cuales esa gracia aparecía, las noches oscuras, frías y repletas de estrellas era lo único que me mantenía de pie.

[ Cada día hay más estrellas y la luna es más grande. . . ]

Fue mi último pensamiento antes de darme cuenta que habia llegado al final de mi camino, aquél callejón no poseía salida para el otro lado, lado al cual debía llegar.

Antes de darme vuelta para poder devolverme logre escuchar una voz perteneciente de una chica, por instinto levante mi mano para utilizar mi quirk, pero ya era demasiado tarde.

Estaba tirada en el suelo con mis brazos y manos arriba de mi cabeza siendo inmovilizada por una chica con una sonrisa ancha bastante felina, ya que sus colmillos superiores e inferiores son más puntiagudos y más largos que el resto de sus dientes, un cabello rubio y sucio, además de peinado en dos moños desordenados y un flequillo.

X: mira a quien me encontré por aquí!

Dijo aún con su sonrisa siniestra, daba algo de miedo, pero ya había visto ese tipo de sonrisa muchas veces en mi vida. Lo que me llegaba a sorprender era lo rápido que había cambiado mi noche, de haber estado mirando estrellas a estar en una situación donde mi vida se encontraba en manos de una chica desconocida.

Iba a responderle, no me importaba que pasaría conmigo o mi vida, además de que en mi mirada y expresión era posiblemente muy notoria la falta de miedo o cualquier otro sentimiento por la situación, pero una voz gruesa se hizo presente en aquel lugar mientras los sonidos de las pisadas daban referencia a que se iba acercando, era obvio que aquella voz le era perteneciente a un chico.

[ Perfecto. . . Al parecer son dos]

Pensé con sarcasmo

X: Toga, ¿que diablos haces aquí?

Un suspiro pesado salió de los labios del chico, y aún sin poder verlo gracias a la posición en la que me encontraba, tomando en cuenta aquel suspiro y el tono de su voz podía suponer que se encontraba enojado o decepcionado.

Toga: solo quería divertirme un rato

X: espera, ¿que tienes ahí?

Logre escuchar los pasos cada vez más cerca, la silueta proveniente del rostro de aquel chico se hizo presente encima del hombro de aquella chica ¿Toga. . .?

No habia podido distinguir el rostro del chico, la luz de la luna ya no era lo suficiente como para poder tener una vista clara, la oscuridad de la noche se estaba apoderando de aquel callejón.

Poco después el peso que causaba la chica en mi cuerpo se fue disminuyendo, ahora podía moverme ya que ella se hizo a un lado alejándose un poco de mí, dejándome libre.

Están locos

Me levante sacudiendo un poco mi ropa, mis ojos se pusieron en blanco por un momento dando a entender mi despreocupación y mi falta de miedo ante la situación, habían arruinado mi momento de paz de aquel día.

X: ¿ Y tú quién te crees ?

Fue lo último que escuché antes de sentir una mano fría en mi mentón ejerciendo vastante fuerza en este levantando mi mirada mientras al lado del chico se encontraba su mano derecha con llamas de color azul haciendo posible que viera el rostro de aquel desconocido gracias a la claridad que brindaba su quirk.

Un chico alto, pálido pero con bastantes quemaduras en su rostro y abrazos, un cabello puntiagudo con tonalidad negro azabache y unos ojos de color azul; unos ojos sin vida al igual que los tuyos, eso fue lo que más te llamo la atención de aquel chico ¿que ha pasado por su vida para llegar a ese estado?.

X: ¿Que me ves tanto? ¿Acaso tienes miedo de que te mate?

Quítate de mi camino

Las llamas de su mano aumentaron, fue obvio que no le agradaron mis palabras, pero lentamente estas disminuyeron y la presión en mi mentón igual, no entendía lo que pasaba, comenzaba a creer que estaba en un sueño y no uno muy agradable que digamos.

X: wow, hace mucho no veo unos ojos así de vacíos

Al parecer no fui la única que examino el rostro del otro, no le tomé importancia a sus palabras y quise seguir mi camino, lo cual fue nulo ya que mi muñeca fue tomada por la fuerte mano del chico.

X: No juegues con tu suerte, es mejor que me respondas cuando hablo si no quieres terminar envuelta en llamas.

Mis ojos se colocaron en los ojos del chico mientras este me amenazaba, era bastante violento ahora que lo notaba, pero no podía negar algo evidente, aquel chico tenía una belleza particular la cual me atraía.

Corazón principiante [Dabi x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora