Echa la cabeza hacia atrás, pasa ambas manos por su cabello deshaciendo aquel peinado que cada mañana arregla en el espejo con una sonrisa. Suspira dejando salir toda la frustración que lleva sobre sus hombros, gira la cabeza hacia la derecha con lentitud asombrosa para las ganas que tiene de hacerlo. Le sonríe, automáticamente el otro le devuelve la sonrisa con su típico brillo en los ojos marrones y esos mechones rebeldes que forman un adorable flequillo castaño. Siente su pulso acelerado y vuelve a mirar la pizarra.
-El rojo es el color de la pasión, así como el blanco es el de la pureza...
Se muerde el labio, mira de reojo a su mejor amigo y nota que este está absorto en la explicación que hace el profesor de arte sobre los colores y su significado. Recuerda su sueño y mueve la cabeza de lado a lado, debe estar volviéndose loco.
La campana suena, sale de clase rápidamente, no quiere verlo, no quiere recordarlo. Corre y gira la esquina, perdiendo de vista a su adorable amigo de la infancia. Camina con el corazón golpeándolo con fuerza y el labio inferior jugando bajo sus dientes. Entra en el supermercado, directo a por su deliciosa leche de fresa y un poco de ramen. No se da cuenta, se queda parado frente al azúcar, mira las fresas por el rabillo del ojo, intenta mantener la mente en blanco.
Una mano en su hombro, salta y se gira de golpe, esos labios finos quedan a su vista aunque se nota que mira hacia abajo. La lengua sale y los recorre, los humedece , él se maldice y mira a los ojos de su acompañante.
-¿Por qué me has dejado solo? Casi tengo que aguantar las tonterías de Kyu. -Traga saliva y procura no ahogarse en esa melodía que es la risa de DongHae.
-Lo siento, tenía prisa.
-¿Pasa algo? -Se aferra a su brazo, bajando hasta casi quedar cogidos de la mano.- Sabes que puedes contar conmigo.
-No es nada.
-Entonces no tienes problema en invitarme a comer.
Quiere decir que no, pero no puede y asiente. Siente como aquella personita en su cerebro lo golpea y pone los ojos en blanco.
Comen, ríen, todo parece igual que siempre, con la madre del mayor fuera de casa y su padre de viaje, solos en casa, solos en su habitación, solos en aquel lugar que tantas veces a manchado por culpa de su amigo de labios dulces; aunque solo lo imagina, tiene la certeza de que serán dulces y adictivos.
-¿Crees que el rojo es el color del amor o de la pasión?
-Ambos. -Mueve la cabeza una vez más, maldito sueño.
-Esta noche he soñado que tu y yo conocíamos a Justin Timberlake ¡Ha sido genial!
Ríe, maldice mentalmente; sabe que DongHae espera que le cuente su sueño. Observa el cuerpo ajeno sin darse cuenta, siente como esos sonidos obscenos se reproducen en su cerebro y su entrepierna crece por momentos. Las mejillas del menor se sonrojan y una suave risa sale.
-Pervertido. ¿Con quien ha sido? ¿Jessica, IU? Tal vez, ¿Siwon? -Más risas; porque ambos saben que HyukJae es bisexual.- Venga, cuenta ¿Qué pasaba?
Joder, y el caso es que ellos se lo cuentan todo. Se ruboriza, abre los ojos y se muerde el labio cuando el castaño muerde una fresa bañada en azúcar; no recordaba haberlas comprado.
-¿Quieres? Las he comprado sin que te dieras cuenta.
Se lame los labios, dulces y rosados. Se inclina hacia el rostro ajeno por mera inercia, descubre a DongHae rojo y sorprendido; aparta la mirada y le ofrece una fresa con demasiada ternura.
-Azúcar...he soñado que lo hacíamos después de comer fresas con azúcar.
-¿Quien?
-Nosotros. -Se acerca más, el castaño no entiende.- Sobre una cama roja, con ropa blanca y mucho, mucho azúcar.
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Sugar [EunHae one shot]
Fanfiction"-Hyukkie...esto qué...-Intenta hablar mientras unos dientes dejan la piel de su cuello llena de marcas violáceas.- ¿qué significa? -Significa que te deseo bañado en azúcar y totalmente desnudo."