YoonGi tiene una forma distinta de dibujar y pintar a JiMin.
[Adonis: Dios griego de la belleza y el deseo.]
⋆Adaptación de antoniarosascruz, todos los creditos a su autora original.
-Ya terminamos, puedes colocarte la camiseta -dijo YoonGi quitándose los lentes y dejando los pinceles en agua.
El palido observaba a un JiMin de espaldas, su pulida y blanquecina piel perfecta que era cubierta por la tela gris de su camiseta.
Cuando el rubio por fin giró a verle, YoonGi dejó de mirarlo al instante.
-¿Puedo verlo? -dijo con entusiasmo el menor.
YoonGi sonrió, algo que tal vez ya se iría acostumbrando con el rubio-. Sabes que no tienes que preguntar, Adonis. ¿Quieres tomar algo?
-Quisiera quedarme -dijo acercándose a la pintura que se encontraba en el lienzo-, pero tengo que irme en unos minutos.
JiMin bajó su cabeza a observarla y en verdad era fantástica.
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créditos al artista.
-Es hermoso -susurró JiMin para si mismo.
-No -pronunció el de ojos gatunos-. Eres más que hermoso.
26 de junio del 2017
El rubio estaba encogido en el diván de YoonGi mientras esperaba al anterior nombrado.
EunBi, su hermana y secretaria le había dicho a JiMin que no tardaría mucho, pero ya estaba esperando más de una hora y definitivamente no le pagaban por eso así que ya había decidido irse hace unos minutos.
Se levantó del sillón y caminó hacia la puerta que dirigía a la salida.
Cuando estaba pasando el pasadizo para llegar a la puerta ésta ya estaba abierta, y en el marco se apoyaba un YoonGi desalineado.
Con la camisa hasta la mitad, y los pantalones del día anterior, el cabello despeinado y con los ojos cansados.
-Adonis -dijo con voz risueña y ebria.
El rubio un poco sorprendido fue a ayudarle-. ¿Cuánto has bebido hyung? -preguntó sintiendo el fuerte olor a alcohol.
-Dos copas -contó con sus dedos-. y tres botellas -rió fuerte mientras JiMin lo colocaba en el diván.
El menor quería ayudarlo, pero apenas conocía el piso y no sabía si tenía pastillas o cualquier cosa.
-Llamaré a EunBi -pronunció-. No hagas nada -dijo dando un paso pero YoonGi lo tomó de la mano.
-Shhhhh -chistó como un niño escondiendo algo-. Se enojará -rió.
-No sé qué hacer para ayudarte, tengo que decirle -dijo justo antes de ser jalado por YoonGi hacia el diván casi cayendo a su lado.
-Quédate -susurró-. Por mi, quédate, Adonis -siseaba cada palabra lentamente mientras sus ojos se cerraban y trataba de hacer un esfuerzo para no dormirse.
