Capitulo Único.

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"Cuando te metes con una parte de la vida de una persona, tu no estas jugando solo con esa parte. Por desgracia, no se puede ser tan precisa y selectiva. Cuando te metes con una parte de la vida de una persona, te estas metiendo con toda su vida. Todo... Afecta todo".


-o-o-o-

¿Recuerdas cuando nos conocimos?

Fue un 15 de Septiembre, estaba lloviendo. Y yo estaba esperando al autobús de la universidad bajo esa vieja y destartalada parada de autobuses que esta al cruzar la calle de la facultad. Tú me mirabas desde lejos, recostado de tu auto. Llevabas una camisa azul de botones y jeans. Tu barba debía tener por lo menos dos días. Y me da risa recordarlo, pero usabas esos lentes de sol que te encanta ponerte haya o no haya sol. Yo no sabía que me estabas mirando, y de hecho, yo te miraba a ti. Giraba disimuladamente mi cara para verte mirar con ansiedad tu reloj y virar hacia los lados como si esperaras a alguien.

Te confieso que realmente me intimidabas, yo solía mirarte dar tus clases desde lejos porque en ese momento no me gustabas para nada, solo te admiraba y en el sentido más puro que puede tener una alumna a su maestro (aunque aún no eras mi profesor). Desde el ala del al lado, en mi aula de bioquímica, podía sentarme justo al lado de la ventana y esta daba justo a la ventana de tu salón. Y en cada momento que podía yo te observaba como te movías con prisa por el aula, de un modelo a otro, veía con dificultad tus garabatos en el pizarrón. Incluso recuerdo esa vez en la que casi le lanzas el borrador a alguien (estoy segura que era a Sai, el suele sacar de quicio a la gente)...

Tienes una personalidad muy pasiva, lo he averiguado con el tiempo, pero también puedes ser avasallador e intimidante, eso lo supe cuando te vi cruzar la calle con decisión justo hacia mi dirección. Y yo no sabía qué hacer y me removía incomoda en esa vieja banca tratando de enterrarme en ella y evitarte. Tu seguías caminando bajo la llovizna haciendo contacto visual conmigo (sé que lo hacías), y de pronto, te detuviste a un metro de mi aun en la acera pero sin entrar debajo del pequeño tejado de la parada.

-¿Sabes que es ilegal acosar a la gente?-preguntaste con la voz cargada de burla, pero tus facciones no lo demostraban. Parecías bastante molesto.

-¿Perdón?- si, lo admito, me sacaste de onda. No esperaba que dijeras eso, de hecho, no esperaba que dijeras nada.

-Te estoy diciendo que me he fijado en ti- hiciste una pausa rara, estoy segura que mi cara tenia expresión de WTF!, pero mis piernas temblaban mientras tu decidías como continuar, y me estas acosando. Para. Ya.

-¿Yo? ¿Acosarte? ¿Estás seguro que tienes los pies en la tierra?-vale, otra cosa que admitir, te hable feo. Por lo menos ahora me entiendes, tengo un carácter fuerte.

Y te acercaste a mí, y te quitaste las gafas, y me miraste fijamente. Entonces yo supe porque usabas lentes. Y me dijiste:

-Deja de sentarte en esa ventana, deja de esperarme luego de clases... Solo deja de mirarme, me pones nervioso.

Bueno, tú exageraste porque yo no te esperaba después de clases, solo coincidíamos extrañamente.

-Puedo mirar lo que yo quiera, y créeme que tengo mejores cosas que mirar que estarte observando a ti, profesor.

Y diste la vuelta y me dejaste con el resto de las palabras en la boca. No eran palabras agradables, porque realmente me habías enojado, y soy filosa y sarcástica. Por eso cuando te fuiste y me toco un viaje en autobús de una hora hasta mi casa, pude reflexionar y me percate de dos cosas:

Pero te quiero, y es lo que hay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora