"Si bien me he equivocado, tenía la certeza que mi sitio era a tu lado..."
Se sentó, rápidamente, doblando las rodillas, llevándose el mareo de su vida, cerró los ojos tocando su cabeza haciendo una mueca de disgusto, se quedó unos segundos mirando a la nada, aun podía sentir sus mejillas húmedas, el aire frío golpeó su cara, el recuerdo de los ojos violetas como dos estrellas brillantes apareció de la nada, un escalofrío recorrió su espalda, sacudió la cabeza y se puso de pie respirando profundo.Desde las alturas podía verse aquel pueblo que a pesar de haber sufrido tantos cambios a lo largo de los años su esencia seguía igual de pacífica, hogareña, como el primer día que pusieron un pie en aquel lugar.
Sonrió al recordar aquel día, siempre en compañía del pelinegro, eran tan inseparables que realmente no podían permanecer más de unos pocos días lejos...
Ahora no podían estar ni un par de minutos juntos...
Su sonrisa desapareció casi enseguida bajando la cabeza mirando sus botas cafés, pasó una mano por su cara para limpiar los restos del agua salada que comenzaba a ser absorbida por su rostro, su chaqueta revoloteando con cada ráfaga de aire al igual que sus finos cabellos blanquecinos.
Bajó de aquel lugar para ir directamente a su habitación, tiro su boina hacia la cama y se sentó sobre está, apoyo los brazos en sus rodillas frotó sus ojos con sus dedos y soltó otro suspiro, alejó sus manos de su cara concentrándose en la madera de piso, tan brillante que casi podía verse reflejado en está. Recordó que debajo de su cama había un pequeño cofre de madera con cientos de recuerdos.
Maldecia sus ganas de regresar todo como antes, con una mueca de nostalgia se agachó para poder sacarla para seguido volver a acomodarse en la cama, acarició la madera con las yemas de sus dedos para seguido sacar el pequeño collar que siempre llevaba, la llave para abrir aquel viaje en el tiempo.
Sonrió con tristeza y comenzó a sacar algunas cosas, fotos de sus animales, pequeños recuerdos de todos los pueblos que alguna vez visitaron, sin duda alguna extrañaba eso...
Hasta que llegó a aquella parte donde su pecho dolía pero no le gustaba recordar. Lo primero que sacó fue una rosa roja, la primera que el mayor le había regalado días después de conocerse, le parecía algo apurado de parte del ojimorado pero realmente fue lindo mirar como este actuaba completamente nervioso al dársela...
Lo siguiente fue una carta firmada como "Anónimo" el día que que descubrió que había sido Vegetta quien la había dejado en su buzón la noche anterior ambos rieron por minutos interminables, la caligrafía perfecta del pelinegro aún seguía impresa sobre la hoja, ahora, amarillenta.
Con cada pequeño recuerdo sentía más y más frío... Todo lo que un día había sido amor, tranquilidad y calidez se volvía en soledad, cientos de pensamientos y un invierno constante...
¿Debía dejar en el pasado todo eso?
No, no quería que todo aquello se quedara en el pasado pero...
¿Debía luchar por un amor no correspondido?
¿Debía seguir intentando reconquistar a su compañero?
¿Debía perdonar lo que alguna vez el le hizo...?
Miles de preguntas pasaban por su cabeza, sentía las puntas de sus dedos helados, casi congelados y un fuerte suspiro saliendo de sus labios era lo único que se pudo escuchar.
Envuelto en completo silencio, su cabeza trabajando a mil por hora, pregunta tras pregunta sin obtener respuesta a ninguna...
Harto de eso y con un dolor de cabeza que aumentaría si seguía de aquella forma guardo todo de nuevo en el cofre sin importar si algo resultaba dañado, ahora mismo nada le importaba.
Cerró de nuevo con la llave ocultandola y con nula delicadeza dejó la pequeña caja donde se encontraba antes.
⏳⌛⏳
-Willy...
-Vegetta... - respondió con una sonrisa mirando desde el techo del castillo¹ todo lo que habían logrado.
-Chiqui... Mírame...
El peliblanco giro la cabeza para clavar la mirada en las orbes moradas sonriendo levemente.
-Te amo... Demasiado... Más de lo que crees y me aterra pensar en eso...
-¿Por qué dices eso? - preguntó el ojiverde confundido ante las palabras de mayor acercándose a él para abrazarlo.
-Nunca antes había amado a alguien así como lo hago ahora... Quiero pasar el resto de mi vida contigo... Amarte hasta el fin del tiempo, hasta mi último suspiro...
El menor sonrió ampliamente y escondió su cara en el pecho contrario.
-¿Me lo prometes?
-Es una promesa chiqui...
Tomó el mentón del menor para obligarlo a levantar la cabeza y unir sus labios en un tierno y lento beso, sus labios cabían perfectamente en los contrarios, el viento frío aunque el calor corporal del contrario hacía que todo eso sea en segundo plano, la hora dorada iluminandolos, todo era tan perfecto que sin duda alguna podían decir que vivían su propio cuento de hadas...
⏳⌛⏳
–Vaya mierda de otoño... – susurró para sí mismo dejándose caer en la cama.
Se había prometido a sí mismo que nunca más iba a llorar por Vegetta sin embargo era tanto el amor que le tenía era inevitable no sentirse fatal... ¿Aún estaba enamorado de él o sólo extrañaba todos los momentos donde había experimentado la verdadera felicidad?
Su cabeza a mil por hora odiando cada pequeño segundo de su pasado junto al pelinegro...
Sin darse cuenta comenzó a quedarse dormido con la esperanza de no volver a soñar con el violeta intenso mirándolo fijamente...
✨✨✨
¹ = Castillo de Apocalipsis Minecraft 5
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¿En Que Lugar Me Perdí? || [𝑾𝒊𝒈𝒆𝒕𝒕𝒂]
Fanfiction¿Por qué? ¿Por qué estaba llorando por algo que había sucedido hace años? ¿Por qué la herida aún seguía abierta? Aquel otoño sería igual de doloroso que todos los anteriores...