Halle Kaede.
03 de Agosto, 2012.
—Estas muy callada—comento viendo a Kaethennis simplemente observando con fijeza hacia la ventana.
Se gira y me da una sonrisa temblorosa, esa es mi señal acerca de que ella comenzará a llorar. Está agotada y siento que en cualquier momento se quebrará. Me acerco a ella sentándome a su lado en el sofá y abrazándola.
Respiro hondo cuando su cabeza se presiona contra mi pecho y sus brazos se envuelven a mi alrededor.
—Ella será una niña increíblemente traviesa y de carácter fuerte—murmura trazando círculos con sus dedos en mi pecho—ella ya debería haber nacido, estoy cansada, tengo mis pies inflamados y la espalda me duele.
—Ella solo se está haciendo esperar—acaricio su vientre sintiendo un poco de movimiento—hoy como que Halle está más inquieta.
—Si…—murmura distraídamente, bajo mi mirada y tiene sus ojos cerrados, se ha quedado dormida.
Beso su frente mientras veo a Harry Daniel salir corriendo de su habitación, ubico un dedo sobre mi boca indicándole silencio.
—Mami está cansada y se ha quedado dormida.
—No sale—dice señalando directamente hacia el ombligo de Kaethennis, no puedo evitar reír.
—Pronto saldrá.
***
—Mi amor, Harry—escucho la voz de Kaethennis llamarme con dulzura, abro un poco mis ojos para darle mi atención.
—¿Qué pasa nena?
—Bueno, estoy muy segura que he roto fuente y estoy entrando en labor de parte, mis contracciones están yendo seguidas, así que básicamente, debes llevarme justo ahora a dar a luz, por favor, gracias.
Por unos instantes solo puedo observarla, sus palabras taladrando hasta llegar a mi conciencia y hacerme entender lo que está diciéndome.
Pensé que estaba preparado para este momento, pero me temo que no es así. Siento un nudo en mi garganta y en mi mente estoy gritando miles de cosas que debo hacer, como por ejemplo mover mi culo y comenzar a actuar.
Veo su respiración ser ruda, noto la humedad que la rodea y trago en seco.
—¿Ella está viniendo?
—Ella está viniendo, finalmente se está dignando a salir y por supuesto que ella lo haría a mitad de la madrugada para no dejarme dormir.
—¿Va a nacer?
—¡Mierda Harry! Si, va a nacer ¿ahora podrías comenzar a movilizarte? No quiero que nuestra hija nazca en esta habitación, más cuando tu pareces no saber qué movimiento hacer—su rostro se frunce como si sintiera mucho dolor— mi amor, te amo un mundo, pero justo ahora no me está gustando que no hagas nada.
—Nacerá…
—Joder, mueve tu trasero Harry. Mierda, nunca pensé decir esto, pero siento que estoy odiándote justo ahora.
—Oh Cielos, lo siento nena— salgo de mi estado de “novio inservible” para movilizarme con rapidez por la habitación.
Mi hija nacerá y no puedo controlar mis acciones ni mantener con sentido mis pensamientos.
Comienzo a ponerme un jean sin perderla de vista mientras se coloca una bata sobre su camisón cubriendo su camisón, me doy cuenta que voy a extrañar su vientre crecido, pero ya luego pondremos otro bebé ahí.
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Escenas Extras de H de Harry
Storie d'amoreHarry Jefferson tiene muchas cosas para decir, cosas que han rondado sus pensamientos y que forman parte de su vida. Desde luego, él siempre tuvo planes y solía hurgar en visualizaciones de su futuro para saber o imaginar que le esperaba, pero nunca...