Título: Daddy's baby girl[Me CAGA la poca cantidad de fics de DARK que hay en Wattpad / girl x girl]
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Justo en este instante me encontraba viviendo uno de los mejores momentos de mi vida.
— ¿Qué tal me queda? Lo compré el otro día para mi clase de gimnasia, el anterior que tenía estaba muy viejo y me ajustaba.
— Date la vuelta.
— ¿Y qué tal? —dijo Franziska dándose la vuelta y mirándome con una hermosa sonrisa desde una esquina de su habitación.
— Te queda más que perfecto, niña —dije mordiendo mi labio inferior al verla con ese traje—. Pero no, no me gusta que su fin sea usarlo en la escuela.
— Ah, ya vas a empezar —ella rio mientras rodaba los ojos y se quitaba el traje.
Yo solo la miré con ganas de comerla, no literalmente. Reí una vez antes de llevar mi paleta de caramelo de nuevo a mi boca.
Ella empezó a reír, mientras se metía a su armario, no sin antes darme una sonrisa traviesa.
— ¿Qué estás tramando, Franziska? —reí, moviéndome en su cama mientras trataba de verla dentro del armario.
— Ya lo verás, cariño~
Dijo con una voz totalmente melodiosa, por Satán, esta chica sí que me traía loca.
Decir que Franziska me hacía totalmente feliz, era poco. Caí totalmente enamorada de ella hace mucho, creo que desde primaria, cuando mi hermano menor la llevó a casa por un trabajo de escuela.
La primera vez que vi a Franziska fue cuando ella estaba junto a Jonas, mi hermano menor. Ellos dos estaban en mi casa, Jonas trataba de resolver su tarea y Franziska lo regañaba por hacer todo mal. Yo me quedé en completo estado de shock, viéndola desde la escalera de mi casa y ella, al verme, me sonrió desde la mesa.
Y creo que fue en ese preciso instante que supe que esa chica pondría mi mundo de cabeza. Luego de eso empecé a buscarla en la escuela y trataba de coincidir con Franziska en nuestros momentos libres, aunque he de admitir que fue totalmente difícil por que yo estaba, y estoy, un año adelantada a su curso, por mi edad.
Ya en secundaria supe que estaba enamorada de ella, al principio me sentí mal, pues casi todos mis amigos eran heterosexuales, pero luego se lo conté a mis padres durante una cena familiar y ellos me apoyaron. Aún recuerdo la sonrisa de mi padre al decir lo orgulloso que estaba de tener una hija tan valiente y como mi madre me abrazó con una enorme sonrisa, Jonas... a él le dio igual, ya que sin importar con quién esté, él siempre iba a buscar que su hermana mayor sea feliz.