Capítulo 3.

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Lucas.

                   
¿Cómo se le ocurre a papá darle día libre a la sirvienta y dejarme sólo en casa cuando sabe que yo no soy capaz de hacer nada? Y la muy tonta se marcha sin ni siquiera dejar su número telefónico por si necesito algo.

                   
Tomo mi celular y le marco a uno de los tantos amigos que tengo en esta ciudad. Necesito entretenimiento.

                   
—Eh, ¿Erick?

                   
—Lucas, ¿Eres tú? —contesta.

                   
— Sí, el único Lucas al que conoces.

                   
—Vaya bro, cuanto tiempo sin saber de ti.

                   
—Lo mismo digo, pero no te preocupes, pronto empezarás a saber de mí. Volví a la ciudad.

                   
—¿Estas de vuelta en Nueva York? ¿Desde cuándo?

                   
—Tengo dos días aquí y justo porque sé que me extrañaste llamé para que vengas hoy a casa con los demás.

                   
—¿En serio?

                   
—Sí, en serio. Lucas está de vuelta.

                   
—No te imaginas cuanto extrañamos a Lucas.

                   
—Extrañaron las fiestas de Lucas.

                   
—Y claro, también sus fiestas —ríe —Hablando en serio, ¿Sabes quién te extrañó mucho?

                   
—¿Quién?

                   
—Lucia.

                   
Hago memoria porque he estado con muchas Lucias—¿Lucia, la chica rarísima y nerda que trajiste a casa el día de mi cumpleaños 19?

                   
—Sí, cayó en una terrible depresión cuando te marchaste. Parece que quedó enamorada de la follada que le diste —escucho su risa.

                   
De solo pensar en lo que pasó ese día con esa chica me da horror.
Tengo la horrible maldición de enamorar a todas las chicas con las que tengo sexo. Siempre terminan queriendo más, luego me piden formar una relación y cuando hacen eso nuestra relación sexual se acaba inmediatamente.

                   
Para llevarme bien con una chica, ella sólo tiene que desear lo mismo que yo. Sexo y nada más que eso.

                   
—Sabes que ese día me la cogí porque estaba un poco pasado de copas, pero estando en mis cinco sentidos jamás hubiese tenido algo con esa chica — digo con sinceridad.

                   
Escucho a Erick reír otra vez. Esa es su forma de burlarse de mí —¿Te gustaría que la llevara hoy a casa con nosotros? Va a alegrarse mucho de verte.

                   
—De ningún modo, no la vas a traer. Sí quieres traete a algunas chicas, pero a esa no.

                   
—Esta bien, como tu digas.

                   
—Los espero dentro de una hora, tengo que ir al súper por algunas cosas.

                   
—Entonces estaremos allá en una hora. Adiós.

Tú, eres mi perdición. #prettyawards1e #UniversalAwards2021#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora