– !No, me niego a casarme con ese escuincle esa... ilusión de hombre¡ – un tono de voz desesperado e airado crecía al punto de reventar sus cuerdas vocales, era de esperarse que sería en vano pues la audiencia poco le prestaba de sus importantes atenciones. Mas que todos su padre.
– !Esta conversación se terminó¡ te guste o no seras esposada por el barón. Vete a tu habitación, no tenemos nada relevante que discutir. – una sonrisa macabra, tono picarón y mirada burlona eran la llave de la mas pura ira.
– !Madre, no permitas esta injusticia¡ – desesperada viendo que sus cosechas no daban buenos frutos llamó a su último recurso.
Volteó su cara evitándola con un gesto lastimero. Más no le pudo doler a Charlie.
– Ya veo... tanto que decías que el miedo no te estorbaría jamás !solo mirate¡ con miedo de tu marido !contemplen en la primera mujer en hacer ver sus derechos como ser individual y único a su padre, solo por aquella orden que no siguió por amor¡ – levantando sus manos en señal de alabanza – !La historia se repite, damas y caballeros, pero yo lo hago por amor propio¡ algo que no has descubierto en tus años de vida, madre – la vio con aparente odio.
Lilith quien lloraba lagrimas de sangre, cayó al suelo despavorida y desganada sin poder moverse por pánico, Charlie al ver esa reacción de inferioridad por parte de la mayor fue un manjar sin sabor. No los odiaba, al contrario, les amaba como a nadie, solo que esta vez no sera como las ultimas ocasiones las cuales ella decide resignarse por miedo o simplemente satisfacer las metas egoístas de sus padres para solo ver una sonrisa de aprobación por las partes contrarias. Ya era suficiente.
– P-pe-pero... ¿qué monstruo... he-hemos... criado? – levanta la mirada con su rostro
arruinado por el maquillaje esparcido por las lágrimas.
– Sin embargo, mira el lado positivo, yo soy ese lado que no desarrollaste pero si engendraste. Debiste haber muerto en esos días de mi descontrol, quien lo diría, Lilith a mis pies... muriendo – miró con asco y en parte amenazante – No me iré a mi habitación, tú nunca fuiste mi padre y jamás lo seras, al igual que su sometida – mirando a su padre con cierta desaprobación – Lucifer, me largo del castillo – con voz decidida sin titubear.
– No, no lo haras – levantando su bastón de la desgracia tornándose este en un intenso rojo se veía a leguas que Lucifer planeaba atraparla, desgraciadamente Charlie por ser el anticristo futuro destructor de la tierra es ridículamente mas poderosa que sus propios padres siéndole imposible capturarla.
– Nah ah ah – burlándose negó con su dedo índice – tú no me puedes hacerme nada.– Bien, en este caso – sus ojos completamente rojos daban a entender lo crítico de la situación.
Lilith preocupada con sus pocas fuerzas corrió a dirección a su amado, pero para su dolor y lastima Lucifer ya hacía el conjuro de deshonra el mismo que una vez el recibió. Charlie solo esperaba con frente en alto paciente y con calma como un soldado con honor en espera de su nuevo título o misión. Pero este soldado recibirá un castigo.– !Lucifer, detente¡ – Lilith entró en acción tomando el brazo de su amado.
– No te permitiré vivir en el infierno !Jamas¡, !Traidora, malcriada y desagradecida¡. !Te destierro de este mundo Charlotte Magne, una deshonra para esta familia¡ – como un estallido, vociferó el blanquecino haciendo temblar el pavimento.
Dolió pero ninguna reacción empleó, reemplazó su malestar por un semblante mas relajado y burlón, arqueó una ceja burlonamente para segundos después explotar de risa, el castillo lleno de ecos hacia rebotar sus intensas carcajadas sin poder controlarlas. Lucifer no captaba el porque sintiéndose ofendido.
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Nada
Diversos¿Nunca has pensado en retroceder por amor? Es decir ¿comenzar desde cero con alguien que conoces muy poco? Eso incluye dejar lo que ahora posees, con lo que tanto trabajo, sudor, lágrimas e insomnio te costó obtener y lo que siempre anhelaste por co...