𝘾𝙃𝘼𝙋𝙏𝙀𝙍 • 𝙏𝙒𝙀𝙉𝙏𝙔 𝙏𝙃𝙍𝙀𝙀

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La vista era realmente admirable, el sol ocultándose y todas aquellas avecillas volando por encima del mar; era todo lo que necesitaba, un ambiente relajante y tranquilo.

Era perfecto.

El sonido del mar provocaba que su cuerpo se sintiera cómodo y fresco, y ni hablar de las bebidas que tenía a un lado, aquellas frutas frescas eran la gloria.

- ¿así de cómoda te imaginabas la vida, Jooheon?

El castaño retiró sus lentes de sol y soltó una corta risa mirando a Taeyong quien tomaba asiento a un lado de él, sus dedos siendo decorados por esos anillos y el típico cigarro encendido. Todo un adicto al tabaco.

- No podría pedir algo más - dijo el castaño soltando un suspiro. - Tengo todo lo que quise, me siento tan bien aquí.

- Se nota... ¿no extrañas a tus amigos? - preguntó nuevamente Taeyong.

Su última vez cerca de aquellos chicos que le habían complicado la vida, había sido hace mucho tiempo, todos habían comenzado a culparlo por el estado deprimente de Minhyuk, tanto que hasta sus propios amigos comenzaban a hostigarlo. Todos unos hipócritas.

- ¿extrañar? - el castaño soltó una risa escandalosa. - Esos malditos se pusieron en mi contra al final de cuentas, el maldito de YoonGi se hizo novio del mocoso enano y Namjoon se enamoró de Minhyuk ¿sabías que shownu antes fue novio de Kihyun? Sorprendente ¿no? Obvio que todos se pondrían en mi contra por ese rubio idiota.

- Me sorprende que Jimin y Suga hayan sido pareja después de que, literalmente, él abusó del enano. - Relamió sus labios. - Al final de cuenta los amigos no existen.

- Me siento mejor sin ellos - Lee afirmó. - Que se jodan ellos y ese idiota rubio. Me está yendo de maravilla sin ellos.

- ¿sabes de ellos hasta ahora? - jooheon negó.

- Ni me interesa saber, solo me jodieron la existencia cuando estaba cerca de ellos.

Taeyong miró al castaño y arqueó una ceja divertido por la personalidad tan arrogante y repulsiva de su amigo, le hacía sentir orgulloso de alguna forma. Era todo un monstruo destructor, y necesitaba a alguien así como jooheon en sus trabajos, le daba tantas ganancias, era sorprendente.

- Vale - el mayor se levantó suspirando. - Te esperamos en el hotel, estamos montando el set así que no tardes, los demás ya llegaron, debes conocerlos antes de empezar a grabar.

- Iré en un rato, gracias. - Asintió mirando al más alto quien únicamente asintió botando el cigarro a la arena. Cuando este se fue, nuevamente miró al frente recordando el tiempo en la universidad, sus ex amigos y aquella bolita de niños ricos, en especial aquel aniñado rubio y su sonrisa. - Si te recuerdo así no hace falta que me preocupe - susurró para sí mismo. - sé que te encuentras bien conmigo lejos, así que mantente así, brilla siempre, chico del cabello dorado.

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- Si lo mantienes así, se quedará quieto ¿lo ves?

- Minhyuk, ya deberías lavar tus manos, y tú namjoon, deja que Minhyuk coma. - Kihyun regañó. Namjoon soltó las manos del rubio y sonrió mirándolo mientras el contrario se mantenía ocupado. - Pero ya.

- Hyung, no tengo hambre, quiero terminar esto. - El rubio mantuvo sus manos sobre el barro, moldeando una vasija, manteniendo un pequeño puchero en sus labios sin despegar su atención de lo que hacía.

- Namjoon... - amenazó Kihyun.

- Min, podemos terminarlo más tarde ¿Te parece? con más calma, recuerda que esto de la alfarería es con paciencia. - el moreno sonrió cuando Minhyuk le miró y asintió con una pequeña sonrisa aceptando el trato. - Entonces anda, antes que Kihyun venga a golpearme por hacerlo esperar.

𝙀𝙇 𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝘿𝙀 𝘾𝘼𝘽𝙀𝙇𝙇𝙊 𝘿𝙊𝙍𝘼𝘿𝙊 ─  jooнyυĸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora