✦Caring You✦ [RanWan- 2Ha]

One Shot

×Notas de la autora×

¡

Mi primer Fic de 2Ha! Esto es simplemente momentos bonitos antes de que todo se vaya a la mierda en la novela original.
→Ubicado más o menos después del 179.

Hay un pequeño spoiler que quien ya leyó la novela podrá notar, pero puede pasar desapercibido. Gracias por leer.

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C a r i n g   Y o u
One Shot
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Las manos de Chu Wanning solían ser duras y callosas, debido a sus largas horas de cultivo y noches eternas en su taller. Por ello, no pensaba que fueran hermosas en lo absoluto. Sus manos estaban hechas para crear y sostener las barreras contra el mal, para sostener al pesado mundo sobre sus hombros, aunque su piel se destrozara y sangrara hasta pudrir la carne, aunque los huesos se deformaran y desgarraran sus tendones. Nadie lo notaría en absoluto. 

Entonces, una o dos cortadas con el metal no eran mucho de qué preocuparse, había pasado muchas veces antes. 

Solo enjuagaría la herida con agua y dejaría que la sangre fluyera a través del agua para desaparecer entre las hojas de Haitang que reposan sobre la superficie del estanque. 

Pero esa vez, la herida no sanó tan rápido como pensaba. El metal con el que se había cortado, había sido fabricado por él, especialmente para que los entes sobrenaturales no pudieran pasar a las casas de la gente común. No deberían tener este efecto en los humanos. 

Quizá había fallado en algo. 

Hubiera continuado perfeccionándolo, pero esa tarde, por más que trataba de sanar la herida, no había forma de que dejara de sangrar. Chu Wanning entrecierra sus ojos de fénix, observando cómo las gotas inevitablemente resbalaban hasta el suelo y ensucian todo. Las vendas estaban hechas un desastre. 

Casi estaba a punto de rendirse y dejar que sangrara lo que tenía que sangrar, cuando una pequeña sombra se asoma desde la puerta, apenas en una sutil intromisión. 

—¿Shizun? —Mo Ran da toques suaves sobre la puerta, antes de entrar sin esperar respuesta. 

Un hábito que, si fuera otra persona, Chu Wanning lo desaprobaría completamente. Pero éste era Mo Ran, la persona que prometió cuidarlo y protegerlo siempre, quien declaró que sostendría su paraguas para que ni una sola gota llegará a él. Quien ha pasado noches enteras calentándolo entre sus brazos, llenando de tiernos besos la piel de su cuello. 

Además, esto le daba la excusa de entrar cuando Chu Wanning había trabajado demasiado y como acto seguido, se desmayaba sobre su escritorio. Mo Ran lo tomaría con gentileza entre sus brazos y los llevaría a la cama, donde su Shizun despertaría por inercia, quejándose entre su bruma, pero dejando de que los besos y caricias vuelvan a dormirlo. 

Entonces, Mo Ran simplemente entró, y esta vez, lo que vio no fue a su amado simplemente dormido por tanto trabajo, sino que, lo primero que vio al entrar era un pequeño rastro de sangre que filtró todo rastro de color en su rostro. 

—¡Wanning! —se escucha un corto pero desesperado llamado, algunas hojalatas ceden ante el paso del cultivador, hasta que dobla la esquina y se encuentra con su maestro. Solo es cuando ve su tranquila faz, que Mo Ran suelta el aire que había contenido. 

Chu Wanning lo mira por encima de su hombro, en sus ojos puede captar el brillo en la mirada de Mo Ran, un brillo similar a aquella vez cuando se vieron por primera vez después de su regreso de la muerte. Era un brillo persistente, cálido y gentil. Chu Wanning no podría describirlo, pero cada vez que aquel se apoderaba de los ojos de Mo Ran, podía sentir su corazón siendo estrujado entre sus costillas, en una delgada línea entre el dolor clemente  y la adoración absoluta.