Mi Paraíso✧

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Holland;
Decidí levantarme y ponerme a terminar el cuadro que tenía pendiente, se trataba de una mariposa monarca posando en una verbena, me había quedado lindo, me hacía sentir orgullosa... cuando lo di por terminado eran las 5am, tenía hambre así que me hice el desayuno, té y pan tostado con mermelada, lo básico. Hoy iba a ir a la ciudad, a vender aquel cuadro junto con otros que habia hecho... esa era mi forma de ganarme la vida, aunque nunca se tomó al arte como sustento, yo lo hago y si todo el mundo lo haría, bueno... el mundo estaría mucho mejor.
Me cambié, un traje me pareció lo adecuado. Salí y me metí en el auto.

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Sarah;
Desayuné un café con leche y unas galletas de avena, estaba nublado y hacía frío, hoy Azulejo iba a quedarse durmiendo. Me puse mi campera de jean y salí. Decidí ir caminando, solo tenía que comprar comida.
A medida q iba recorriendo y escuchando ABBA, decidí que quería dedicar tiempo para mi mente... estar tanto tiempo en casa me estaba haciendo mal y tenía que volver a recuperar lo que se llaman "pequeños placeres de la vida" que al fin y al cabo no son pequeños sino que son la vida entera.

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Holland;
Llegué al parque, agarré los cuadros, la manta y los empecé a acomodar, el día estaba feo con lo cual seguramente no iba a vender ni uno. Me senté en el escalón y me puse a dibujar en mi cuaderno, estos eran los dibujos que no se vendían, eran mi tesoro más preciado. Eran las 8:00am y nadie venía, nadie nisiquiera se paraba a mirar mis cuadros. No podía más, me hacía mal, necesitaba irme. Empecé a juntar los cuadros pero una mujer me detuvo.

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Sarah;
Llegué al supermercado, entré y empecé: comida para Azulejo, salchichas veganas, milanesas de soja; huevos, leche, frutas, pan, mermelada, lentejas, etc, etc, etc. Cuando noté la hora, ya eran 7:30am, y estaba muy cargada con tantas bolsas. Decidí seguir mi plan de "disfrutar" el paseo así que me dirigí al parque, le di una vuelta grande y cuando estaba por volver veo a una mujer exponiendo sus cuadros... yo siendo una fanática del arte, ¿cómo no ir a ver?. Justo estaba por irse así que le dije...
- Hola, ¿puedo verlos, o está apurada?.
- No, por favor, miralos tranquila.
Había uno que especialmente me llamó la atención, una mariposa posada en una verbena...
- ¿cuánto cuesta este?. - la mujer me miró y me sonrió.
- mmm, unos $20...
Saco el dinero y se lo entrego.
- seguí así hermana, ¡tenes mucho talento!.