Donde el follaje oculta aquello que se esconde, la luz del sol raramente llega y donde la profundidad arrastra el coraje que yace en corazones desafiantes, allí el bosque se convierte en una pesadilla.
Más allá de las montañas hay un único misterio, los cazadores de la aldea cuentan historias para ahuyentar a los niños curiosos, desde árboles que tragan personas hasta un sinfín de actos crudos y desagradables por parte de los espíritus del bosque. Sin embargo, entre los veinte niños que habitaban la villa, estaba uno cuyos ojos se encendían brillantes cual luceros al escuchar los mitos de la penumbra; su padre le relataba con tal de alejarlo, como era la tradición, pero ese chico crecía sin una pizca de miedo correr por sus venas.
A diferencia de su progenitor, Jung Hoseok no se dejaría intimidar solo imaginando el cruce hacia la profundidad de la montaña; y así, cuando cumplió dieciocho años, se empeño en ser mucho más valiente que cualquiera.
La oportunidad surgió el día que, entre juegos de sus no tan infantiles amigos, Hoseok pierde. No es de extrañarse, pues ganarle a Jungkook ―quien con quince años era tan ágil como un leopardo― no era tarea fácil, pero su pose retomado el aliento en una banca sería reemplazado por curiosidad ante el desafío que le sería propuesto minutos más tarde.
― ¡Que cruce la montaña! ―había gritado un malintencionado Seokjin, el mayor de todos.
― ¿Cruzar? No, eso no es suficiente. HoSeok haría eso ni bien se lo pidamos ―interrumpió Namjoon, midiendo sus palabras y fijando su vista en un indeciso Jungkook, quien tenía la última palabra en escoger el reto.
» Te propongo una idea, Jungkook. Que Hoseok cruce hacia la montaña hoy, a medianoche, cuando todos duermen. Escuché a uno de los ancianos decir que cada veinte de noviembre, la luna está maldita.
El menor del grupo volteó alterado hacia Hoseok, buscando entre sus ojos alguna señal de terror, como la que él había experimentado con solo la idea, aquello era tan osado como mortal. No obstante, halló un brillo inusual en los orbes del chico, y junto a ellos, hacía juego una sonrisa llena de emoción.
―Está bien, ¿eso quieres Jungkook? Lo haré ―finalizó Hoseok.
A todos les pareció correcto fijar un centro de atención en Jungkook, dado su nerviosismo evidente en gestos, muy divertido teniendo en cuenta que él no se había ganado esa penitencia. Por su parte, asintió con debilidad ante la presión de los ojos acechantes de sus amigos.
―Pero... ―murmuró sin convencerse, sintiendo la lengua enredada en su cavidad bucal.
― ¡Decidido! ―exclamó un alegre Seokjin, uniendo sus manos en un aplauso ―Esta noche Hoseok irá al bosque maldito.
Jungkook quería expresar cuán osado sonaba el desafío, colocar como condición que el mayor fuese acompañado, pero aquella inconformidad fue disipada gracias a la celebración por parte de Hoseok, seguido por la risa estruendosa de Seokjin y Namjoon.
Mientras tanto, alejado a unos metros de distancia yacía un callado Park Jimin, quien dibujaba figuras en la tierra con los dedos de su pie, atento a todo sigilosamente.
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El sol se ocultó antes de lo pensado, la tarde pasó volando para que pronto el padre de Hoseok hubiese terminado de recoger sus cosas e irse a descansar, no sin antes acostar a su pequeña hija y apagar la luz de un supuesto Hoseok dormitado; Jung Yoonjae no era más que el hombre que trabajaba por y para su familia, el paquete soltero, con dos hijos, sumado al peso de un pueblo que lo admiraba, teniendo el tiempo medido apenas le daría tiempo de comer adecuadamente. Información bien conocida por Hoseok, por lo que esperaría solo unos minutos al sentir la luz de noche apagarse en su mesa, sabiendo que entonces el hombre caería de inmediato al tocar la almohada, siendo las once y treinta pasadas.
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Claws and Scratches [YoonSeok]
FanfictionUna luna brillando, unos labios suaves y peligrosos, largas uñas pasando por su quijada. ¿Cómo podía HoSeok negarse a unos cuantos rasguños? ✨ OneShot hecho para el concurso 'the haunted moon' de @DrunkMafiaSquad. ✨ Yoonseok. Contiene situaciones q...