Más cerca |•Seongjoong•|

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Hongjoong estaba con el ordenador en su estudio, como era costumbre. Con un suspiro,se reclinó en su silla decidido a tomarse un descanso de 10 minutos.

Se le pasó por la cabeza hacer un Live con Atiny, y empezó a rebuscar entre sus cosas la cámara y demás. Una vez lo tuvo todo colocado, fue a la app e inició el directo.

—¡Hola ATINY!— Saludó, en dos minutos estando todo lleno de comentarios.— ¿Cómo habéis estado?— Repitió algunos comentarios en voz alta y rió con las ocurrencias de algunos usuarios.

De pronto, recibió una llamada y sin mirar siquiera el nombre en su pantalla, contestó y puso el altavoz.

—Hey, ha llegado a mis oídos que estás en directo.— Comenzó Seonghwa para luego ser interrumpido por los gritos de Wooyoung y San.— Wooyoung, no grites.— Le dijo a este, acompañado de un "Shh". La conversación siguió unos minutos más, entre risas hasta que el directo acabó y Hongjoong apagó la cámara.

Se reclinó en su silla, dejando descansar su espalda contra el mullido respaldo, sus brazos apoyados en los laterales de la silla mientras cerraba sus ojos durante un momento y suspiraba, para luego volver al trabajo.

Debía reconocer que ese día el mayor de ATEEZ estaba muy cariñoso desde la otra línea, siendo tan coqueto delante de la cámara, causando sonrojos en él para luego dejarle una especie de incomodidad en el pecho.

A pesar de eso sonrió al recordar los halagos del otro y pronto se puso a teclear en su ordenador. 

Entrada la noche, su teléfono volvió a sonar, iluminando la pantalla. Al ver quién le llamaba a esas horas, respondió de inmediato.

— ¿Sigues despierto?— Dijo a modo de saludo.

— Hola a tí también.— contestó sarcásticamente, para luego cambiar a un tono tranquilo y apacible con un suspiro.— Ábreme, estoy fuera.— Dijo finalmente.

— ¿¡Cómo!?— Dijo el menor por la línea, y miró como su estudio estaba sin recoger, sabiendo la bronca que le caería si él lo veía.

Se apresuró aún con el teléfono al oído, llevando algunas cosas a la papelera por el camino.— Un momento. ¿Estás en el ascensor o en el pasillo?— Preguntó algo estresado.

— Literalmente delante de tu puerta.— Dijo, Hongjoong estaba seguro de que tenía en la cara esa sonrisa confiada que tanto le molestaba, pero no pensó mucho en eso, su cara se volvió pálida en el momento en el que giró el pomo y empujó para abrir la puerta.

Efectivamente encontrándose con el contrario, sus ojos oscuros mirándole divertido, conectándose con los suyos llenos de sorpresa.

— ¿Qué rayos haces aquí?— Dijo colgando la llamada, Seonghwa sabía que no le gustaban las interrupciones.

— Venía a verte, ¿No puedo?— Dijo, pasando de igual manera a la habitación.

— No es eso, pero se me hace raro.— Murmuró, cerrando la puerta.

Se sentó de nuevo en la silla frente a su ordenador, dejando al otro un espacio a su izquierda en el cual puso una banqueta que usaba como mesita para que sirviera de asiento. Este se lo agradeció y al sentarse no pudo evitar mirar al otro. El problema es que casi lo hacía sin parpadear, esperando la atención del otro aunque sabía que eso no pasaría.

— ¿A qué has venido?— Preguntó con una mano en la frente, volviendo a teclear en su ordenador, mirando al otro de reojo.

— ¿Tanto quieres saberlo?— Respondió de la misma manera este, sin embargo, con un tono que Hongjoong no supo identificar.

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