время играть~ (RusArg y UsArg) 2 Temporada

015

Pa los que no sepan el comienzo del diario de FBI empieza en el cal 011.

Libro de los años 1.930, traducido al español.

Querido diario:

Hoy como cada año me dirijo hacia la Confederación Argentina.

Estaba muy alegre, no me importa tener que estar varios días en un barco con un montón de personas... Vale mucho la pena.

Como ya sabes, Confederación me invitó a su país mediante un correo con olor a rosas.

Me encanta su caligrafía a decir verdad, parece tan refinada...

...Creo que empiezo a sentir cosas por él, pero apenas soy mayor de edad en humanos.

Y se que el señor Confederación no se fijaria en mi.

En fin, tendré que estar en el maldito embarque.

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Al fin llegue a el territorio de Confederación, fui el primero en bajar al lugar y enseguida fui recibido por uno de los guardias.

Por algún motivo era el único que no parecía un felino, la Pantera me llevo hasta la Casa Rosada.

Era el único lobuno que, al parecer, le caía bien a el señor Confederación.

Al llegar fui recibido por si capital el cual ya me saludaba de forma informal.

Parecía uno más en esa casa, ya hablaban de otros temas como "me gusta tal tipo" o "¿viste como se comporta tal?" ya era "uno de ellos".

En fin, al llegar a la puerta de la oficina donde se encontraría el país toque dos veces.

Pero sentí una mano en mi hombro haciendo que diera un pequeño salto.

Mire hacia atrás poniendo me a la defensiva cuando escuche unas risitas de su parte.

- te vez muy adorable así. - dijo con su acento tan peculiar.

Me gusta ese acento, a pesar de haber estudiado ese idioma para entenderlo, era tan maravilloso.

El argentino sonrió de lado haciendo una seña con su cabeza que indicaba que lo acompañase.

Lo seguí, no sabía hacia donde pero, quería ver hacia donde me llevaba.

Se veía que estaba de buen humor, me gusta verlo de buen humor.

Salimos al jardín, pensé que nos quedaríamos en la galería pero seguimos caminando por el campo de rosas.

Llegamos a un lugar apartado llenos de distintos tipos de rotas y otros tipos de flores.

Había una mesa pequeña y un par de sillas, dos para ser exactos, y dos objetos que no sabía que eran.

- tienes que probar esto. - sonrió y se sentó en una de esas sillas..

Yo me senté frente a él y me sirvió esa infusión.

A pesar de venir años nunca me hizo probar eso, al verlo de frente era verde.

Pensé que era droga así que lo miré con seriedad a lo que este rodó los ojos.

- no es droga, ¿crees que te haría probarla? - me quedé callado unos segundos.

Le di un sorbo con nervios y era mucho más caliente de lo que esperaba.

Escupi un poco a lo que el señor Confederación me dio un vaso de agua fría.

La bebí rápidamente a lo que se escapó un poco por las comisuras.

Suspire más calmo pero enseguida volví a ponerme nervioso cuando vi a Confederación arrodillado en frente mío y limpio el agua que caía hacia mi barbilla.

- ten más cuidado. Siento haberte hecho tomar eso. - agachó las orejas y me miro algo arrepentido. Era así cuando estamos solos. - pensé que te gustaría ya que siempre tomas té. - luego acaricio mis mejillas con ambas manos. - lo siento. - dijo en mi idioma.

Luego se alejó con tranquilidad para sentarse en su lugar tomando el pequeño recipiente con la yerba que tendría dentro.

Tiempo después una mujer llegó con una bandeja llena de cosas dulces de su país.

Tenía una masa dulce con relleno de dulce de leche y varias cosas más con ese dulce color marron.

Mire a Confederación a lo que este sólo sonrió de lado y asintió una vez dando señal de que comiera.