°'[🧸] Mi Pequeña Conformista (Michael X Reader) 🐝 {South Park} 🐝

[🐝] Parte Uno [🐝]

Ya hace unas semanas te habías mudado a South Park, un pueblo en Colorado, aún te costaba adaptarte y no habías hecho ni un amigo aún, quizás era por tu incapacidad para socializar, debido a que eres muy tímida y no te atreves a hablar con alguien.

Dejando de lado ese tema, había bastantes teams o grupos de amigos dentro de tu escuela, pero no creías encajar en ninguno de ellos, excepto el Team Michael, o más conocido como "Los niños góticos de South Park". Te atraía su estilo y manera de ser, pero no te atreverías NUNCA a hablar con ellos ¿Por qué? Porque sus personalidades eran tan bordes que estabas segura de que te iban a rechazar o simplemente ignorarte.

Si no fuera por tu timidez ya les hubieras pedido unirte a ellos, cosa que tienes como objetivo principal actualmente. No tenías ni idea ni de cómo hablarles, parecían tan... Superiores, o al menos, eso creías.

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Era lunes, el día que más odiabas de la semana por ser el más lejano al fin de semana, ¿Lógico, no? Te levantaste de la cama con mucha pereza, dirigiéndote al armario y mientras pensando en que ponerte.

Te decidiste por una sudadera negra con estampados de estrellas y unas mayas blancas.
Fuera de tu habitación estaba esperándote tu madre, te había preparado el desayuno.

─Gracias mamá.─

─De nada... Y que aproveche.─

Habia preparado panqueques, uno de tus desayunos favoritos, así si daban ganas de empezar la mañana, en cuanto terminarse te fuiste un poco más temprano de lo normal, así llegabas antes a la parada del bus.

Había nieve por todas partes, es muy común que caiga nieve por estas zonas, cosas que en la ciudad no solían pasar. Realmente te gustaba la nieve, pero estaba demasiado helado y ya eras demasiado mayorcita como para jugar con ella.

Parecía que ya habías llegado a la parada, el autobús para ir a la escuela tardaría solo unos minutos, así que no tenías porque preocuparte, te quedaste esperando a que el bus llegara.

De repente escuchaste unos pasos, se dirigían hacia donde tú estabas, no le diste mucha importancia, ya que estabas en la calle y obviamente había gente que también esperaba al autobús. Pero en pocos segundos viste una silueta muy alta parada al lado tuya, parecía estar quieta, ni siquiera la llegaste a ver bien ya que te sobresaltaste y pegaste un pequeño salto del susto.

─¡G-gah!─ Gritaste tratando de ver quien era, hasta que te llevaste la sorpresa de que era el gótico de cabello rizado, Michael.

Este giro su cabeza hasta donde tu te encontrabas, su expresión era seria.
─¿Que carajos te pasa, estás bien?─ Preguntó con mirada confundida sin entender muy bien lo que me había pasado.

─E-estoy bien.─ Tu voz se había vuelto tartamuda, estabas tan avergonzada..

El chico no volvió a decirte nada, volvió a girar su cabeza hacia el frente, ignorando tu presencia. Aunque no lo pareciera, eso te había dolido un poco, de todas formas pensaste que era culpa tuya por ser tan despistada.

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Finalmente llegó el autobús, no había tardado tanto después de todo, te pusiste en los asientos de atrás del todo para pasar desapercibida, nadie se sentaba allí.

Al llegar a tu destino (la escuela), te bajaste lo más rápido que pudiste para entrar a tiempo, tu salón de clases era el que más alto estaba de la escuela por lo tanto tenías que subir bastantes escaleras y corriendo, ya que si no corrias el riesgo de llegar tarde.

Subiste las escaleras corriendo, y mientras subías te chocaste con Michael,   el cual estaba bajando.
Ambos caímos al suelo, ninguno se había dado cuenta.

─¿De nuevo tú? Mira por donde pasas.─ Dijo, ese chico era realmente frío. Simplemente se levantó y siguió con su camino, no me ofreció ayuda ni nada para levantarme del suelo.

Te percataste de que había algo en el suelo, parecía ser su celular el cual se había caido al suelo luego de habernos chocado.

─H-hey, tu celular.─ Tocaste su hombro para que te notara.

─Vaya, gracias.─ Respondió.

Aproveche a que estaba hablando con el líder del grupo de los chicos góticos y por mucha vergüenza que me diera no quería quedarme callada toda la vida, así que decidí preguntarle si me podía a unir a ellos.

─De nada─ Me quedé callada durante unos segundos y luego dije ─Tengo una pregunta, ¿Yo podría unirme a tu team?─ Sabía que el respondería que no, pero ya no me importaba.

─¿Qué?─ La mirada del chico de volvió confusa.

─M-me refiero a que quiero unirme a vosotros.─ Dije finalmente con algo de inseguridad.

─Ya veo, ha.─ Respondió. ─Serás conformista..─ El gótico se giró y siguió bajando las escaleras, sin responder aún a mi duda.