CAPÍTULO 12

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Jesús se fue acercando poco a poco hasta que rozo mis labios y seguidamente nos fundimos en un beso. Una vez Jesús se separó de mí, nos pusimos a ver la película. Yo estaba con la cabeza apoyada en él, mientras que él mantenía sus brazos alrededor de mí. Le estuve dando vueltas y vueltas al tema de Daniel y Jesús, pero es que no podía hacer lo que estaba haciendo, necesitaba decidirme. Daniel era tan tierno, tan cuidadoso,se notaba que me quería, y mucho, y es que yo le tengo un gran afecto pero es que por el oro lado esta Jesús el es tierno pero a la vez un tanto pervertido, que me vuelve loca con una simple mirada y me hace sonreir de la nada. No les quería hacer daño, y menos a ellos que lo dan todo por mí. Los necesito en mí vida, no a uno, sino a los dos.

En ese instante noté como unos brazos me cogían, supe que era Jesús. Abri poco a poco mis ojos y apoyé mi cabeza en su pecho mientras me subía por las escaleras.

-Descansa - dijo Jesús dejandome en su cama. Poco a poco fui abriendo los ojos

-Quedate conmigo - dije antes de que que fuera.

-Cariño, tengo que recoger lo de... - no le deje acabar la frase.

-No te digo que te quedes ahora conmigo, quiero que te quedes para siempre. -Jesús volvió hacia a mi cogiendome en sus brazos y juntando sus labios con los míos. Pero lo peor de todo es que tenía que escoger.

Volver (2a temp. Cuando Menos Te Lo Esperas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora