High School DxD: Principe de la Destrucción

Capítulo 1: Kalos Gremory

Kalos se encontraba caminando por la ciudad. Tenía diez años y estaba anocheciendo, pero por alguna razón no tenía miedo.

Kalos tenía el pelo rojo carmesí, ligeramente largo, cuyo flequillo le tapaba prácticamente el ojo derecho. Su piel era pálida, como si de un fantasma se tratase, pero con sus ojos como rubíes y su sonrisa deslumbrante, nadie era capaz de tenerle miedo.

A lo lejos comenzó a ver un parque, completamente vacío salvo por dos personas, de más o menos su edad. Una de ellas era un chico de pelo castaño y sonrisa inocente, que se estaba columpiando lentamente mirando el cielo estrellado. La otra persona era una chica de pelo castaño claro, ojos violeta que estaba jugando con una pelota, pero esta se le escapó y llegó a los pies de Kalos.

Kalos se agachó para cogerla y se acercó a ambos.

-Toma-dijo dirigiéndose directamente a la chica-Esto es tuyo.

-G...Gracias-respondió la chica sonrojada.

-Soy Kalos-añadió sonriendo-Kalos Gremory.

-Yo soy Issei-respondió el chico colocando su puño en el pecho.

-Y yo me llamo I... Shidou. ¿Q...Quieres jugar con nosotros?

Kalos se percato en ese momento de duda pero lo ignoró y simplemente asintió. Comenzó a pasarse la pelota con Shidou, entre risas y percatándose en todo momento del rubor en su rostro.

Pasada la media hora, llegaron los padres de Issei y se lo llevaron a casa, dejando solos a Shidou y Kalos.

-¿Por qué me dijiste tu apellido?-preguntó Kalos.

-Mi nombre es Irina-admitió mirando al suelo-Utilizo mi apellido y visto como un chico para que los otros chicos quieran jugar conmigo.

Kalos asintió entendiéndolo todo.

-Pero conmigo no te hace falta, Irina... Podemos ser amigos y jugar a los que tú quieras.

-¿De verdad?-dijo sonriendo y muy sonrojada-¿Quieres ser mi amigo?

Kalos asintiendo repetidas veces sonriendo y le ofreció la mano, pero Irina ignoró la mano y se abrazó con fuerza a él.

-Gracias, Kalos... Esto, Kalos... Hay un hombre mirándonos.

Se giró asustado pero simplemente sonrió.

-Tranquila, es mi padre... Me tengo que ir. ¿Nos vemos mañana aquí a esta misma hora?

Irina asintió sonriendo y lo volvió a abrazar.

Kalos se despidió con la mano de Irina mientras corría de camino a su casa. Él, en cambio, comenzó a caminar hacia su padre, Zeoticus Gremory.

-Tienes que dejar de escaparte del inframundo cada dos por tres, Kalos. Tu madre y yo acabamos muy preocupados.

-Pues voy a volver, porque he hecho dos amigos muy simpáticos... Por favor, manda a alguna sirvienta para que me vigile, pero déjame venir.

Kalos utilizó su mejor carita de cachorro, un arma infalible contra su padre.

-Está bien, pero no olvides que dentro de poco serás lo suficientemente mayor como para comprometerte, tener tu séquito... Tienes que comenzar a hacerte responsable, ¿de acuerdo?

-Sí, padre. Seré más fuerte que tú, ya lo verás.

Zeoticus rio sonoramente y agarró el hombro de su hijo menor mientras un círculo mágico de transporte aparecía a sus pies.

-¿Por qué te ríes?

-Porque si heredas la mitad de mi poder o el de tu padre, lo más seguro es que, con tu cabezonería lo logres.