Rainfall ✿ taekook au! | ✓

Única parte

Es algún día a mediados del invierno, por los alrededores de un noviembre en el que la nieve cae como si no hubiera tiempo ni espacio para ella al día siguiente. Llueve en copos diminutos y casi transparentes, iluminados por los débiles rayos de un sol que apenas está alcanzando el amanecer.

Es muy probable que las calles estén llenas de transeúntes que cuentan con un destino al cual llegar, abrigadas hasta el último dedo del cuerpo para evitar la hipotermia y una congelación inminente que con el frío que hace no sería una novedad.

Los árboles y los coches deben estar cubiertos por una preciosa capa blanca e inolvidable, y está esa posibilidad de que el viento silbe en un cántico así fantasmagórico mientras cierta pareja duerme profundamente entre la calidez de sus cuerpos y unas colchas bien gruesas.

El silencio abunda desmesuradamente, tan mudo que llega a ser hasta ensordecedor el sigilo que se despliega por la habitación.

El pecho de Jungkook sube y baja con cada respiración que da, algunas más hondas que otras, unas cuantas casi imperceptibles mientras sus pulmones se llenan de forma casi automática. El inicio de su espalda se mantiene descubierto a pesar de la temperatura. Sus omoplatos permanecen al aire, juntándose con los ligamentos de sus hombros salpicados por lunares y pecas diminutas que quedan a la vista con una inocencia absoluta. El resto de su anatomía se mantiene debajo de las sábanas gruesas, siendo protegido de esa heladería que no perdona y que llena el ambiente.

La tranquilidad se balancea por los músculos de su rostro, flácidos dentro de su ensoñación, apacibles en la comodidad de sus sueños a pesar de que dentro de su cabeza todo es completamente negro.

Es una suerte que sea de ese modo. Últimamente ha estado teniendo estas pesadillas que no cuentan con un motivo ni mucho menos una razón, especialmente porque no las recuerda y tampoco quiere hacerlo.

Tan pronto como se despierta, su caja de recuerdos se distorsiona, convirtiéndolo todo en una mancha borrosa de la que Jungkook no tiene la menor idea al ser incapaz de rememorar. Se queda solamente con la sensación de que han sido sueños espantosos, de esos que lo ahogan tan pronto como alza las pestañas y abandona aquel mundo de terror confuso.

Este no es el caso, afortunadamente, pues hoy tiene la posibilidad de dormir plácidamente en compañía de cierta persona que permanece a su lado y que consigue despertar mucho antes que él.

A Kim Taehyung le toma unos segundos el abrir los ojos, y tal vez le llevan otros más para despabilarse y quitarse de encima aquel letargo que le queda por recién despertar. Es posible que no lo logre del todo, pues al siguiente minuto está dando este enorme bostezo que lo quiere regresar directo a esa calma adormilada que lo llevará directo a la inconsciencia. Suspira con profundidad, con las comisuras de los ojos repletas de estas diminutas lágrimas que jamás llegan a hacer el recorrido por la curvatura de sus colorados pómulos.

Taehyung hace el esfuerzo por quedarse despierto. Se estruja los párpados, se echa hacia atrás el pelo oscuro que se le riega por la frente y los costados de los sienes y se saborea la boca percibiendo la leve amargura de un amanecer acompañado del picor de una menta que representa el lavado de la noche anterior.

Se remueve sobre el colchón hasta quedar encima de su propio costado, su torso desnudo debajo de las sábanas y su cintura cubierta únicamente por unos calzoncillos que posee por pura suerte. Se topa, entonces, con el cuerpo de su precioso amante, delgado en su complexión general pero marcado dentro de esa fibra musculosa que se concentra en unos brazos lánguidos que se reúnen por debajo de la almohada.

Taehyung parpadea para aclararse la vista y recibe esta visión casi espléndida de unos tríceps marcados y unos bíceps que se hinchan sin ayuda de una flexión intencional. La dermis blanquecina de su novio reluce en el nuevo amanecer, aún en la tenuidad taciturna de una madrugada tardía que está a punto de convertirse en una mañana sin igual.