Capítulo XX

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El viernes llegó, y con ello, la salida que tendrían Zayn, Ryan, Niall y Danna, su novia con la que llevaba tres años de relación, una joven bastante carismática. La semana había transcurrido bastante lenta, con bastante trabajo, pero finalmente ya había llegado el momento de descansar.

Ryan había llegado al trabajo de Zayn para recogerlo. Estaba sentado en uno de los cómodos sofás que habían en la recepción, esperando a que su esposo baje para volver a casa, cambiarse de ropa e ir al bar que Niall había escogido.

Escuchó unos pasos acercándose hacia él y levantó su vista del teléfono, encontrándose con Niall y Danna, quien también trabajaba allí. Ambos saludaron a Ryan, alegres de verse y pasar una noche juntos como solían hacerlo antes.

—¿Cómo has estado, Niall? —preguntó Ryan, guardando su móvil en su abrigo. —Zayn ya no me cuenta mucho de ti.

—Justo de él queríamos hablarte Danna y yo.

—¿Sucede algo con Zayn? —preguntó algo preocupado el joven.

—Pensamos que lo habías notado... —habló Danna. —Zayn no es el mismo desde hace varios días.

—¿A qué se refieren? No estoy entendiendo, disculpen.

—Tu esposo está distraído... No se concentra en el trabajo, se queda en la oficina hasta tarde por falta de ideas para sus proyectos. Ya no habla como antes, ya no llega aquí con esa sonrisa tan grande que tiene.

—Ya ni siquiera se viste como antes, ahora sólo viene con ropa deportiva, algo que él odiaba. —agregó Danna. —Zayn es como un rey aquí, todos lo queremos muchísimo, pero no sabemos qué está pasando con él.

—¿Han estado teniendo problemas en su matrimonio?

—No... No que yo sepa. —Ryan se mostró desconcertado. —No sé cómo no me di cuenta antes de esto. Pensaba que era estrés.

—Puede que sea estrés, o tal vez esté con problemas personales y no puede ni siquiera contártelos a ti. —habló la joven. —No lo presiones por eso, dale tiempo.

—Eso haré...

***

Zayn apagó la Mac de su oficina y guardó todas sus cosas en su mochila, apagó las luces del lugar y cerró la puerta. Vio la hora, esperaba que Ryan no esté enojado con él por hacerlo esperar quince minutos más de lo esperado.

Caminó hasta el ascensor, despidiéndose de sus compañeros de trabajo y deseándoles un buen fin de semana. Bajó hacia la recepción del edificio y vio a su esposo conversando con sus dos amigos, Niall y Danna. Sonrió con ternura y se acercó a paso rápido, saludando a su esposo con un beso.

—Hola mi amor. —dijo Ryan. —¿Cómo te ha ido hoy?

—Bien, gracias. —sonrió. —¿Nos vamos? Tengo hambre.

—Está bien... —se levantó del sofá y tomó la mochila de su esposo para colocársela en el hombro. —Chicos, nos vemos más tarde. —se despidió.

—¡Nos vemos! —dijo al unísono la pareja.

Ryan rodeó la cintura de Zayn con su brazo y salieron del edificio, caminando hacia el auto del mayor, para luego subirse y volver a casa.

El moreno no hablaba, sólo revisaba su móvil. Ryan lo miraba de reojo, preguntándose si es que a su esposo en verdad le sucedía algo, tal como se lo dijeron Niall y Danna. Quizás era sólo producto de su imaginación, pensó.

Ryan nunca había sido un chico que prestaba atención a los detalles, y eso logró fastidiar más de una vez a Zayn. Sin embargo, ahora sabía que debía estudiar la conducta del moreno durante los próximos días, para verificar que todo esté bien.

Yo te elijo a ti (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora