Capítulo 23

303 34 0
                                    

Maratón 2/3

Pensé en sentarme en uno de los sofás a esterar al tal señor Duxan, pero corría el riesgo de dejar alguna pruebas de quien había entrado en la casa, a los pocos minutos la puerta se abrió y el hombre entro, venia con el traje arrugado, el pelo despeinado y marcas de pintalabios por todo el cuello, asqueroso, mientras su mujer y sus hijos lo esperaban en casa el se revolcaba con otra.

Vaya, vaya, asique usted es el famoso señor Duxan.

—Quien eres tu y que coño haces en mi casa.

—Permíteme presentarme, soy el diablo y he venido a llevar tu alma al infierno.—Saque el arma y apunte a su cabeza.

—Estas completamente loco, no dejar que me mates.

—Creo que vas tarde, acabare contigo, pero a ti si te dórela no como a tu familia.

—¡¿QUE NACIRECES LE HAS HECHO A MI FAMILIA?! ¡ANILA, MATEO, JAVIER!

—Una pen que ya no puedan escucharte, como te he dicho están muertos, me parece muy triste que ahora te preocupes por ellos cuando te estabas revolcando con otra hace un rato.

—Eres un maldito bastardo, voy a matarte por haber matado a mi familia.

—Lo dudo mucho, ¿ultimas palabras?

—¡CABRÓN DE MIERDA!—un disparo resonó en toda la casa, a la vez que el sonido de un cuerpo chocando con el suelo.

—Ups, fallo técnico que se me escapo el disparo antes de tiempo, una pena, pero como comprenderás no tenia toda la noche.

Pase por encima del cuerpo encaminándome hacia la puerta, cuando salí agarre el teléfono y le mande un mensaje a mi padre diciéndole que ya había terminado la misión, me subí a la moto y conduje hacia el lago donde había estado con Daphne para poder fumar mientras pensaba en ella, en mi vida y como seguramente todo esto terminaría mal.

Daphne

Había pasado un mes desde la ultima vez que hable con Apolo, cuando me llevo a su casa. Holden se había marchado de vuelta a casa para poder ir de viaje con la familia por navidad, como decidí me quede en el apartamento sola, a mi madre no le hizo ni pizca de gracia pero al final termino aceptando, seria la primera noche buen en pasarla sola y la verdad no me sentía mal, si no todo lo contrario me encontraba en paz y totalmente relajada, había estado comprando algún que otro regalo de navidad, tenia uno para Evelyn ,Bástian, Eros, Mikael y también para Apolo, no le había perdonado ni mucho menos, pero lo llevaba viendo mucho tiempo en el escaparate de la tienda y la verdad no pude resistirme a comprarlo.

Respire hondo mientras pensaba como se lo haría llegar, la verdad no tenia ni la menos idea de como haría eso, termine de envolverlos y los metí cada uno en su bolsa, a Bástian decidí comprarle una cazadora igual que la que le había visto a mi tío que le dejo fascinado, a Evelyn sabiendo que tenía de todo como cada uno de ellos, decidí comprarle una pulsera de plata con varios dijes, cada uno representando algo de ella, sobre su carrera, sus aficiones, pasiones y el más importante algo que nos representaba a las dos. A Eros y Mikael me decante por unos guantes de boxeo como los míos los cuales le habían encantado.

El timbre sonó y mire algo extrañada hacía la puerta, me levante para poder ver quien era, cuando mire por la mirilla me encontré a mi querida amiga parada frente a la puerta con los brazos cruzados luciendo un mono blanco de pierna recta con una abertura en cada lateral, el escote era recto sin tirantes y tenia en el borde lo que parecían plumas formando una especie de pompón largo, junto a una capa de terciopelo plateada a juego con los zapatos y el bolso de mano, el pelo lo tenia repeinado en una coleta alta.

Ahora bésame estúpidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora