Capitulo 4

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Los jóvenes llegaron al edificio, Yolo se fue a su casa y los muchachos fueron a la panadería para ver a Ari.

-Hola Polita- saludaron.
-Hola muchachos- los saludó Polita-. ¿Vienen por el Aris?
-Si suegrita- dijo Temo-. Si está ocupado no se preocupe, venimos más tarde.
-Descuida Temo, ya terminó su turno. Ahorita le llamo.

En pocos segundos Ari salió del área donde estaban los hornos y sonrió al ver a su novio, obviamente le dio un beso.

-¿Cómo te fue Tahi?- preguntó Temo.
-Bien Tahi- dijo Ari y en ese momento vio a Diego-. Que onda Diegochas.
-Que onda Aristofanes- lo saludó Diego.

Temo sonreía al ver lo bien que se llevaban Ari y Diego, ambos eran sus personas favoritas. En ese momento unas rápidas pisadas se escuchaban llegar hacia ellos, eran Hermoso y Alyster que habían estado jugando hace unos momentos.

-¿Y cómo se portó Alyster?- preguntó Temo al cargarlo y el perro le lamía la cara.
-Se portó muy bien, todo el rato estuvo jugando con Hermoso- dijo Ari cargando al mencionado.
-¿Quién es esta cosita preciosa?- preguntó Diego al verlo.
-Es nuestro perruno hijo, se llama Alyster. Se lo regalé a Temo en navidad.

Los tres estaban entretenidos con el perrito cuando Temo sintió un fuerte mareo que estuvo por caerse hacia atrás pero Diego y Ari lo detuvieron.

-¿Estás bien mi amor?- preguntó Ari preocupado.
-Si, solo fue un mareo- dijo Temo.
-Diego, trae un vaso con agua.

Ari ayudó a Temo a sentarse mientras que Diego fue por el vaso de agua, en ese momento iban llegando Audifaz y Arqui, el menor fue con su mamá.

-Hola hijo, hola yerno- los saludó.
-Hola papá- saludó Ari aún preocupado.
-Aquí está el agua amigo- dijo Diego entregándole el vaso.
-¿Qué te pasa Cuauhtémoc?
-No es nada suegro, solo me sentí un poco mal- contestó Temo.
-Pero ya es la segunda vez que te mareas, amigo.
-¿Qué dices?
-Si Ari, cuando fueron a recogerme a la central Temo había tenido un mareo y este fue el segundo.
-¿Y por qué no me dijiste Tahi?
-No le tomé gran importancia, pero descuida Tahi estoy bien.
-Bueno muchachos, voy a dejar al Arqui con Polita y regreso.

Los tres jóvenes volvieron a quedarse solos y a Ari le preocupaba Temo, aunque no sabía lo que le pasaba en su mente se imaginaba algo.

-Ay Tahi, no me vayas a salir con una sorpresa- dijo Ari riendo mientras ponía una mano sobre el vientre de Temo.
-¿Cómo crees Tahi?- dijo Temo riendo.
-Era lo que yo le decía hace un momento- dijo Diego-. Y de una vez les voy diciendo que pido ser el tío chido cuando sean papás.

Los tres amigos rieron, pero esa felicidad en cualquier momento se apagaría.

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