Flowers Might be the Death of Him

361 57 44
                                    

"¿Cuándo fue que me enamoré?" Se preguntaba Kenma. Desde que tenía memoria, sus sentimientos por Kuroo nunca habían cambiado, siempre habían sido los mismos.

Cuando era niño, sentía una atmósfera incómoda siempre que sus compañeros trataban de hablarle, la ansiedad crecía enormemente dentro de su pecho. Se encontraba mejor solo en alguna esquina, concentrado únicamente en sus videojuegos, escapando de aquella aterradora realidad que lo rodeaba.

La primera persona con la que se sintió bien fue Kuroo. Se sentía sorprendentemente tranquilo cuando estaban juntos, comportándose libremente, mostrando sus defectos y fallos, siendo infantil y estúpido por diversión, sabiendo que todo estaría bien y no sería juzgado por nadie. Kuroo nunca lo había hecho sentir de forma desagradable en absoluto. Por lo menos no hasta ahora.

Las flores obstruyendo su garganta fueron la primera cosa causada por Kuroo que hirieron a Kenma, incluso si había sido inconscientemente. Kozume no se dio cuenta quien era el causante de aquello al principio, o quizás fingió no hacerlo. Se negaba a creer que el dolor punzante creciendo dentro de sus pulmones en forma de flores era causado por su mejor amigo, por su amigo de la infancia.

Kenma pensaba que era muy tonto de su parte el malentender algo así. ¿Cómo pudo confundir el simple comportamiento amistoso de Kuroo con amor? Se culpaba a sí mismo por tal estúpido comportamiento, deseando arrancar todas y cada una de las flores de sus pulmones y deshacerse de sus vergonzosos sentimientos.

La primera vez que tosió una flor fue durante una práctica. Se sentía demasiado agitado, más de lo usual, por lo que pidió permiso para salir y tomar un poco de aire fresco. Jadeó por aire, sintiendo algo golpeando contra su garganta mientras sus pulmones cosquilleaban. Había un pequeño bulto tratando de encontrar el camino hacia afuera, cosa que lo hizo toser más fuerte de lo que había hecho nunca antes. Algo amarillo salió de su boca, de su garganta, cayendo en la palma de su mano, la cual estaba usando para cubrir su boca. Era un flor, un narciso. Los había visto antes en casa de su abuela, así como muchas otras especies de flores distintas las cuales no podía recordar justo ahora.

Su abuela estaba muy metida en la floristería y le había contado sobre algo llamado "La Enfermedad de Hanahaki" cuando era niño. Una historia fantástica sobre como el amor no correspondido hacía que crecieran flores dentro de los pulmones. Tener un amor no correspondido ya era suficientemente doloroso por sí mismo como para empeorarlo con sentir dolor físico a causa de las plantas destrozando tu interior. De cualquier manera, Kenma siempre había pensado que aquello no era más que una historia, la cual no era real, pues era imposible que algo como eso sucediera en la vida real.

Pero ahí estaba él, con un narciso que había salido justo de dentro de sus pulmones.

Kuroo fue lo primero que atravesó su mente. Él era el único en quien podía pensar en cuanto a sentimientos no correspondidos se refería; no había nadie más por quien Kenma pudiera tener sentimientos románticos que él .

En vez de ira o decepción, Kenma se sentía asustado. Si todo lo que le había contado su abuela era real, entonces no tenía demasiadas posibilidades de tener un final feliz. Si Kuroo no lo amaba de vuelta, no tendría más opción que someterse a una cirugía y salvar su vida, a cambio de perder todos y cada uno de los recuerdos que tenía con y sobre su molesto amigo. Eso, o renunciar a su vida, negándose a eliminar sus alegres memorias, pues Tetsurou se encontraba en cada una de ellas.

Se deshizo de la flor y fue a buscar agua mientras esperaba a que su agitada respiración se calmara y que su enrojecido rostro regresara a la normalidad. No pensaba contarle a Kuroo ni a nadie sobre ello; sabía que todos se preocuparían por él, y que Tetsurou se culparía a si mismo por ello, incluso si no era su culpa, o por lo menos no lo era para Kenma.

Las Flores Serán Su FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora