-Espero que mamá este dormida- dijo Sebastián mientras caminábamos con cuidado por el pasillo del hotel.
-No debimos hacerle caso a Mason- comenté riendo.
Cuando salimos de casa de Mason, en realidad fuimos a una fiesta cerca de allí y aprovechó nuestra llegada, para ir como pretexto. La verdad, es que nunca me divertí, al principio Mason y Sebastián estuvieron conmigo después me dejaron sola, y un tipo ebrio me hizo compañía, lo que hizo que las noche mejorara.
-¿A mi? ustedes aceptaron, así que la culpa es de ustedes- Mason se defendió pero elevó un poco la voz.
-Si, si no hubieras propuesto la idea de ir a esa fiesta, no estuviéramos esco...-
-¡Ya callense!- gritó en susurro Sebastián al pasar por la habitación de mamá, la nuestra era la de a lado.
Caminamos lo más silencioso que pudimos y entramos a nuestra habitación. Cuando Mason cerró la puerta tras él estalló en carcajadas,algo extraño ¿de que se ríe?, luego le siguió Sebastián.
-¿Contaron un chiste y no me dijeron?-
-¿Quién era el chico con quien hablabas en la fiesta? se miraba muy animado- comentó riendo Sebastián.
-¡Agg!- hice una mueca de asco- olía horrible. Vive en el sótano de sus padres, ¿pueden creerlo? Me contó casi toda su vida, estaba bastante ebrio ese tipo-
-Claro y yo me chupo el dedo- comentó Sebastián.
-¡Sebastian!- reproche- ¡El tipo estaba totalmente ebrio, ¡ni siquiera supe su nombre!-
-Bueno, yo conocí a una chica rubia, y me dio su número, su nombre es Angela- comentó Mason dándole una mirada cómplice a Sebastián y este sonrió y chocaron los puños.
-La que estaba....- Sebastián hizo unas señas sobre su pecho y entendí la señal, me dio tanto asco. Por otra parte, Mason asintió sonriendo.
-¡Sigo aquí!- grite asqueada.
Ellos abrieron los ojos sorprendidos. Siguen siendo los mismitos de hace dos años. Yo negué ofendida, me habían ignorado por completo. Estuve apunto de reprochar pero llamaron a la puerta y todos nos mirábamos para ver quien se arriesgaria.
-Tú- Sebastián me señaló y yo negué al instante.
-Eres el mayor, eres el "responsable"-hice comillas con mis dedos.
Sebastián rodó los ojos y abrió la puerta. Era mi madre.
-¿Cuándo llegaron? ¿porqué no llamaron? ¿donde estaban a estas horas?- interrogó mi madre con voz autoritaria.
-En casa de Mason- dije rápidamente y lo señale, como si el tuviese la culpa.
Mason le sonrió a mi madre con nerviosismo (no se llevaban muy bien que digamos). Ella lo ignoro y posó su vista en Sebastián. Gracias a Dios ahora yo no tengo la culpa.
-Mamá, Mason nos mostró unas fotos y platicamos, además miramos unas películas y se nos fue el tiempo-
-¿y por eso hueles a alcohol?- su voz se volvió a un tono militar.
-Mamá, compramos unas cervezas, pero nada más- bueno, bien merecido tenemos el castigo por no haberle avisado. -Y Mason llamó algunos de sus amigos....-
-Para f-festejar que nos volvimos a ver- término Mason, rascándose la cabeza.
-Y se nos fue el timpo- comenté algo nerviosa.
-Tu te callas- me señaló con su dedo índice y mirándome amenazante.
Me quedé quieta y sorprendida, no me esperaba esa reacción en ella, menos delante de Mason. Se que esta molesta conmigo por todos lo berrinches que he hecho, pero es para que ya se le pasará.
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¡Pudiste haberlo dicho!
Подростковая литература-Entonces... ¿quieres ir a bailar?- preguntó cambiando drásticamente el tema. -No, no quiero gracias- respondí. -¡Anda!, te vi hace unos momentos bailar, así que no digas que no te gusta.- No hay manera de liberarme de esto. Me puse a pensar en alg...