Just Go. ©

Orfanato.

Estoy escuchando "say something", cuando Kian me pregunta.

-¿Por que siempre escuchas música triste?. - No diría que siempre escucho música triste, pero todas mis carpetas de música tiene el nombre de "Canciones corta venas".

-Porque si escuchas música triste, y estas triste, tu animo aumenta. - Lo lei hace años en un informe médico.

-¿Estas triste?. - Me pregunta con un poco de preocupación en su voz.

-No estoy feliz. - Digo sincera. Encogiendome de hombros sin darle importancia.

-¿Por que estas triste?. - Me pregunta.

-¿Por que estas tu feliz?. - Pregunto, intentando en que la conversación no se base en mi falta de felicidad.

-¿Quien dijo que estoy feliz?. - Pregunta el con un deje de tristeza en su voz. Vaya nunca pensé que el no estuviera feliz siempre sonríe tanto.

-Siempre sonríes, y tienes ese brillo en los ojos... - Digo, siempre supuse que ese brillo era de diversión.

-Mis ojos no brillan de diversión. - Dice el serio.

-¿Ah no?, ¿Entonces de que?. - Pregunto.

-Mis ojos brillan de amor.

-Oh no, espero que este no sea el momento en donde dos mejores amigos se revelan su amor, soy demasiado sexy para ti. - Digo fingiendo estar divertida, pero la verdad es que si esos fueran sus sentimientos no serían correspondidos, y nuestra amistad se iría a la mierda. Aunque claro, también está que el es demasiado sexy para mi.

El suelta una carcajada.

-Oh claro que no Greta, estoy jugando, soy demasiado sexy para que una mujer me amarre. - Dice. Este es Kian, el que va de cama en cama. Creo que soy la única chica que a dormido en su cama que no ha hecho  eso.

-No, creo que en verdad tu tienes un enamoramiento hacia mi, es comprensible con este cuerpo. - Digo señalándome, a lo cual el suelta una carcajada.

Aparte de esa pequeña charla, el camino sigue con un silencio, pero no incómodo, si no todo lo contrario.

Al llegar al horfanat, ya son las dos de la mañana.

El horfanato es grande, el techo es un verde musgo y las paredes son blancas, se parece a una iglesia, es de seis pisos, tiene una enorme puerta de color chocolate, y no tiene ventanas, hay una reja negra, que al pasarla entras en un camino de tierra que te lleva a la entrada principal, entramos tratando de hacer el menor ruido posible.

Cuando pasamos la puerta de color chocolate, ya que tenemos unas llaves, nos reside la dueña del horfanato.

-Oh, Greta, Kian. - Dice con su acento ruso, hagarrando las mejillas de cada uno.

-Hola Rosa. - Decimos al unísono Kian y yo.

-Oh mis niños, vamos a la cocina a preparar todo, los niños duermen, tendremos la noche libre para preparar todo. Que enorme sorpresa, volvieron muy pronto este mes. - Dice ella con un tono de reproche, pero yo se que ella esta encantada con  nuestra visita.

-Greta quería venir. - Dice Kian  encogiendoce de hombros. - ¿Como esta Julie?. - Pregunta ahora un poco más serio. Julie a estado un poco enferma. Y mi pequeño Ian, esta tan preocupado.

Ian y Julie, llevan 4 años de novios. Ahora mi pequeño Ian tiene 10 años.

--Esta un poco mejor, pero todavía está todo el día en cama, estamos pensando en llevarla a un hospital de la ciudad.

-Vendrá conmigo. - Dice Kian cruzandoce de brazos.

-Hablaremos mañana, hoy hay que preparar la comida. - Dice Rosa.

Cuando terminamos de cocinar, estamos demasiado exhaustos, Kian y yo nos quedamos un poco más que Rosa en cocina, Kian y yo nos dirigimos a una de las habitación, me quito el suéter y los zapatos, cuando me dirijo a la cama veo que Kian a ocupado toda la cama. Y esta solo en boxers. Y sus bóxer son de Superman.

No puedo perderme esta oportunidad y le tomó una foto con mi iPhone. La envío a mi computadora por si acaso.

Me dirijo a la cama y lo pateó hasta que se cae de la cama. Me acuesto entre las sábanas mientras el se para y se vuelve a acomodar en la cama, me pierdo entre los brazos de Morfeo escuchando las maldiciones que dice Kian y sus promesas de venganza.

Me despierto al sentir algo húmedo conectar con mi cara.

Me paro sobresaltada al ver a Kian con una sonrisa de autosuficiencia.

-¿Estas muy enoja....?. - Pregunta el, pero yo ya estoy sobre el.