Era un día normal, el equipo Nekoma se encontraba viajando en bus hasta el recinto donde se quedarían durante 2 semanas de entrenamiento. Todos en el bus comentaban emocionados porque compartirían el recinto con las hermosas chicas del equipo femenino. Menos Kenma a el no le interesaban esas cosas y la verdad ni siquiera estaba entuciasmado con el viaje.-¿No será que te gustan los chicos o si Kenma?- Le preguntaba el pelinegro con una sonrisa maliciosa en el rostro.
-Claro que no idiota, solo, no le veo tanta emoción a estar en un campamento de entrenamiento con chicas. Simplemente entrenaremos y ya, probablemente aunque alguno de esos simios intente hablar con alguna de ellas serán ignorados- Respondia el peliteñido mirando con desagrado al mayor.
-Es probable que asi sea, no se pierde nada con intentarlo- El mayor rió burlonamente.
-Bajen todos y ¡RECUERDEN TODAS SUS PERTENENCIAS!- gritaba el entrenador, ya habían llegado al recinto.
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Día 1 16:00hrs
Habían pasado 3 horas desde que habían llegado, algunos ya se habian instalado en sus respectivas habitaciones, y otros simplemente empezaron a entrenar inmediatamente. Como a Kenma realmente no le interesaba nada, simplemente siguió a Kuroo quien le habia dicho que practicaran en cuanto pisaron tierra.
Habian 2 canchas en el gimnasio, una la usaban las chicas y otros los chicos. Yaku baboso por una de las chicas de cabello corto decidió acercarse para hablar con ella.-Mirenlo, ha sido el primero en caer, de seguro lo humillaran- Decía Kuroo burlandose y señalando al pequeño libero.
-Sin duda alguna será humillado-. Agregaba Yamamoto.
-A mi me parece que le está yendo bien- Dijo Kenma seriamente.
Los chicos se percataron de la situación.
-¿QUEEEEEE?!- Gritó el resto del equipo asombrado, Yaku realmente estaba hablando con la chica.
En el instante que terminaron de hablar, Yaku corrió hacia el equipo que de igual manera se abalanzó sobre el y les dijo:
-Que me dirían si les cuento que tenemos un partido contra las chicas- Sonrió orgulloso.
-Eres un buen hombre Yaku-san- Exclamaba Yamamoto mientras secaba sus lagrimas.
-Que aburrido, hubieses conseguido una cita, tendremos que contenernos para que no se enojen por derrotarlas- Dijo Kuroo con su orgullo inquebrantable.
Acto siguiente se acerca la chica de pelo corto-Yaku-kun a las chicas les parece buema idea, ustedes jugaran desde ese lado, preparense- Le guiño un ojo al libero mientras se dirigía a la cancha, haciendo que este se estremeciera por completo
-Chicos me dará algo- Dijo sonrojado mientras temblaba todo su cuerpo.
Los chicos se formaron en la cacha y antes de que el partido comenzará, como siempre, Kenma analizaba a todo el equipo contrario, hasta que se topó de frente con la mirada de una chica de ojos grandes que le sonrió, haciendo que él apartara la vista tan rapido como pudo. Sin embargo, alcanzó a escuhcar lo que dijo la chica
- ingenuo.-
Se sintió alarmado por esto, pero el partido comenzó tan rapido que no tuvo tiempo de reflexionar estas palabras.
En cuanto empezó el partido la chica de ojos grandes empezó a cantar muy fuerte, como si no estuviese prestando atención al partido. Sacaron los chicos y en cuanto el balón llego al otro lado, la armadora hizo una colocación tan alta que parecía haberse equivocado, pero se equivocaron. La chica de lindos ojos que parecia cantar sin prestar atención, dió un salto gigantesco, que llegaba cerca de los 3,5 metros a pesar de su altura promedio, haciendo un remate con tanta fuerza como la de un hombre, y aterrizando tan sutilmente como una bailarina. Luego de esto la chica siguió cantando y bailando con el mismo desinteres que en un principio.
Los chicos del Nekoma al ver esta jugada quedaron simplemente perplejos, jamás habian visto algo así, ni siquiera Hinata que media incluso un poco mas que ella conseguía rematar a esa altura y con tanta potencia.
Kenma quedó sorprendido, no podía encontrar una explicación a ese salto ni a su forma de actuar tan extraña.
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Día 1 20:00 hrs
Finalmente jugaron toda la tarde hasta el final de la jornada, habían perdido todos los partidos contra las chicas, estaban humillados, su mayor logro fue hacerles 11 puntos en el ultimo partido, pero aún así era una vergüenza. Los remates de esa chica eran imparables.
Dado que la hora de entrenamiento acabó, todos se dirigieron al comedor con un aura fúnebre.
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Me enamoré de una chica extrovertida.
FanfictionUn día, en un campamento de entrenamiento donde entrenaban los equipos tanto femeninos como masculinos del nekoma, a kenma le llama la atención una chica extranjera del equipo femenino por sus increibles capacidades fisicas. Pero conociéndola se da...