Capítulo 1° "Un encuentro inesperado"

35 0 0
                                    

Olivia

Era un día bastante prometedor, en si hermoso ¿hermoso? ¿debería decir eso? un día como otro cualquiera en donde el sol era tan fuerte que sentía que me iba a dar un cáncer de piel que acabaría internada en el hospital.

¡Por Dios! maldito sea el día el cual Dios creó un sol tan caliente! aún así necesito llegar al Instituto y estudiar y seguir estudiando lo normal en mi vida.Y cuando pensaba que no podria salir algo mejor que este maldito sol, el grupito de idiotas tan sonrientes que se creerían que le hacen promoción a algún tipo de producto dental, con su líder Jane, la imbécil más grande del mundo con sus enormes pechos al exterior y su cabello tan lacio que parece que tuvo que haber sido arrollado por algún tipo de camión tantas veces para que tuviese esa textura café oscuro, en si color mierda igual que su cerebro,esperen ¿ella tiene uno? creó que si tuviese un poco de cerebro no se hubiese acostado con todos los chicos de este Instituto, deberían darle un premio nobel a la prostituta más estúpida del año, espero y ese puesto existiera,mi voto sería para ella.

Me acerque hacía ellos por un costado casi rozando a Jane que al momento de verme no fue nada cordial

-¡Hey tu!

-¿Qué?-me voltee para verla

-¿A donde piensas ir sin haber pagado la cuota para entrar al Instituto?

-¿Acaso hay una?- le respondí sarcásticamente

-No trates de responderme asi, aceite de oliva

Gracias a mi estúpido nombre recibí ese apodo aunque mi nombre no sea Oliva,es Olivia gente!

-Disculpe señorita pechos de globo, no me di cuenta que su cerebro de mierda pueda captar mis respuestas sarcástica- me reverencie hacia ella como un príncipe a una princesa

-¡Maldito aceite podrido,es por eso que nadie te quiere! eres una pobre huérfana-se acerco bruscamente a jalar de mi cabello

Era verdad... lo que ella decía, solamente soy una pobre huérfana, no una pobre,bueno no tan pobre.

¡No te atrevas a tocarme pechos de globo!-trate de safarme de ella mientras retrocedía bruscamente

-¡¿Acaso no cuidas tu cabello?! lo tienes tan maltratado!-me siguió jalando bruscamente

de mi cabello

-¡Dios! ¡Me as artado!-me separe de ella y agarre una piedra del piso

-Oye! t-tu aceite! baja esa piedra!-retrocedió como un tigre al ver fuego

-Ha! no te esperabas esto de mi, ¿verdad pechos de globo?-alance la piedra hacia ella y la esquivo haciéndose un lado, pero al lanzarla le di a alguien

-¡Corran!-grito Jane mientras corría con su grupito de chicos que ahora no tenían una sonrisa de los modelos que promocionan un producto dental, más bien era una escena de señoras asustadas al ver cucarachas.

¡Por Dios! le di a un chico ¡¿Que hago?!, ¿debería llamar una ambulancia? ¡Mejor a un abogado para que no me demanden sus padres por asesinato piedral! ¡¿Acaso existe esa palabra?! estoy desorientada..

-¡Oye! ¿Estas bien?-me acerque al chico tirado en el suelo por el golpe de mi piedra

-¡Despierta!,¡Vamos!,¡No seas un cadáver aún!-acaricie su mejilla, su piel era tan suave como el trasero de un bebé ¡Por Dios! ¡paresco una pervertida diciendo esto!

¡El chico abrió sus ojos! ¡Gracias al cielo no acabaré en la cárcel!

-¿Estas bien? ¡oye!

-Estoy en el cielo..- dijo el chico mientras acariciaba mi mano la cual estaba colocada aún en su mejilla.

¡¿Aún tenía mi mano puesta ahí?! ¡Que vergonzoso es esto! aunque su mano es grande y cálida

-Ha..hahahaha¿Cielo? siento decir que estas en el suelo de este patético instituto

-No estaba hablando del lugar.. estaba hablando de ti, tu eres mi cielo-se incorporó y me dio un abrazo

Me quede sin palabras al oír esas palabras, pero ovbio trate de safarme de sus brazos, pero el en verdad era demasiado fuerte, su corazón latía a un pulso nervioso, ¿Qúe le ocurre a este chico?.

-Mi nombre es César-sonrió mientras me abrazaba, sonaba muy alegre al decir su nombre, como un niño pequeño gritando felizmente que an llegado sus regalos navideños

-Olivia, un placer-lo dije en un tono algo tranquilizador mientras César me abrazaba

-Oye...Olivia- pregunto César algo triste

-¿Si?

-¿Podemos ser amigos?

-Si César

-Oye Olivia

-¿Si?

-Gracias por ser mi cielo

-¡Pero que cosas dices!-di un salto y lo aparte de mi rápidamente.

Quien diría que por una estúpida piedra conocería a un tipo llamado César que cree que soy su cielo, aún así , a pesar de eso tengo un nuevo amigo.

Siempre JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora