Parte I

149 7 1
                                    

Billy aguantó durante toda su vida las incansables golpizas que su padre le daba día y noche. Tratando de desquitarse con él por la muerte de su madre, como si hubiese sido su culpa. Billy llegó a un momento a pensarlo, llegar a cuestionarse a si mismo sí era realmente él era el asesino de su madre. Billy por mucho tiempo se convenció de eso pero conforme fue creciendo se fue dando cuenta que él único culpable de todo era el hombre a quién el llamaba papá.

Aunque Billy tuvo una niñez, infancia y adolescencia bastante difícil viviendo bajo el mismo techo de su padre, siempre tuvo un sueño, una meta que él se prometió a si mismo llevar a cabo y era ser actor. Siempre había admirado todo lo que se trataba acerca del cine. Cuando el veía una película era la una distracción y el único escape de la cruel realidad en la que vivía. El cine de cierta forma era todo para él, no había día que él no pensara en eso. El convertirse en un actor era lo único que lo mantenía fuerte y cuerdo ante su terrible y desdichada vida.

Billy cometió el error un grave error al mencionarle a su padre que quería tomar clases de actuación para poder convertirse en un actor. Quiso hacer lo que todo hijo hacia con sus padres, con sus familias, compartir sus más profundos sueños. Fue un completo estúpido al pensar por un momento que su padre lo entendería y lo apoyaría.  Era como si a él no le agradara en lo absoluto su propio hijo, esa era la única explicación que podía darle al comportamiento de su padre. Su papá lo odiaba, por supuesto que podía leerse por todo su rostro cada vez que tenía a Billy frente a él. Cuando su padre se enteró acerca del sueño del rubio  este lo único que hizo fue golpearlo en la nariz.

-Tú no vas a ser actor de hollywood nunca en tu vida, sácate eso de la cabeza. Deja de pensar como un marica por un momento -dijo con un tono de desprecio, completamente irritado por lo que había salido de la boca de su hijo. El rubio rizado trataba en situaciones como éstas, no darle el placer a su padre de verlo destrozado, de verlo débil. Billy se obligó a no soltar ni una sola lágrima frente a él, el rubio sabía que su padre lo único que haría era golpearlo aún más y decirle cosas desagradables.

Billy al igual que siempre, no dijo nada. Se quedó allí en el mismo lugar congelado, sintiendo una ola de cólera correr por sus venas ya que no podía defenderse, se quedó allí esperando que su padre le ordenara si podía irse o no.

-Tú trabajarás conmigo en las mineras una vez que vayamos a Indiana como un verdadero hombre. Que sea la última vez que te escucho decir cosas como esas -lo miró con aquella seriedad que había provocado temor en Billy durante muchos años-. Quítate de mi vista.

Billy asintió dejando la sala de estar dirigiéndose directamente hacia su habitación. Cerró la puerta detrás de él y fue allí cuando él se soltó en lágrimas, lágrimas de furia y dolor. Aunque a él no le gustara admitirlo, le dolía que su único pariente vivo (al parecer) lo tratara como si fuera la abominación del mundo. Y tal vez lo era, era otra cosa que él sabía perfectamente. Él sabía que no le gustaban las mujeres.

Él había intentado una y miles de veces tratar de convencerse así mismo que no era nada de lo que su padre le vivía restregando en cara. Él no era gay, él no podía ser gay. Eso estaba mal, era algo incorrecto ante la sociedad y el mundo entero. Era un pecado, iría al infierno si lo era.

¿Tal vez era una etapa de confusión en una vida, verdad? ¿Le pasaba esta clase de cosas a todos?¿O él era el único enfermo de que lidiaba con esa clase de pensamientos todos los días?

Billy se dio cuenta que no era solo un puta fase cuando empezó a tener sexo con varias chicas y no podía sentir nada. No lo complacía en nada. Él había tratado con todo tipo de chicas, delgadas, gordas, blancas, chicas de color, altas, bajas. Trató con prostitutas y vírgenes pero nadie parecía funcionar. Pero su padre parecía feliz al saber que el chico dormía con varias chicas así que decidió seguir haciéndolo solo para mantener feliz a su progenitor y que no lo echara a la calle como un perro.

HOLLYWOOD [Harringrove]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora