Miedos

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-Estoy bien aquí, gracias- Logró contestar Kenma mientras se ponía de pie rigidamente para salir corriendo a buscar a Kuroo, él quizás lo podría sacar de esta situación.
En cuanto llegó, solo se sentó en la cama del mayor y prendió un videojuego en su celular, los otros chicos se encontraban conversando y era normal que Kenma llegara sin decir mucho.

-Hey Kenma ¿que hicieron con tu habitación?- Preguntó Yaku ingenuamente.

Kenma recordó el porqué habia ido hasta ese dormitorio, se sintió incómodo en un instante.

-Estoy c-compartiendo habitación con la ch-chica de ojos grandes- Dijo ocultando su rostro nervioso por la reacción que tendrían sus compañeros.

-... - Hubo un silencio perplejo.

-¡¿EHHHHH???!- Exclamaron los 4 chicos en la habitación anonadados por lo que había dicho el peliteñido.

-Ahhh~ que envidia, porqué tienes tanta suerte- Expresaba inuoka.

-Hey si te sientes incómodo no tengo ningun problema en dejar a estos apestosos y compartir dormitorio con una linda chica- Dijo Yaku con una sonrisa pervertida en el rostro.

-Por favor~- Kenma se lamentaba. Para él esta situación era muy incomoda.

-Entonces, viniste a esta habitación para escapar de ella?- Dijo Kuroo en tono de burla.

-Vine para que me ayudaran~- Kenma se recostó en la cama como si estuviese derrotado.

Los 4 chicos se miraron entre sí y se sonrieron mutuamente con algo de mailicia.
-Bueno, aquí no hay espacio para alguien mas- Dijo Yaku insinuando algo.

-Es verdad, hoy practicamos mucho y me siento cansado, porqué no te marchas ya Kenma? es tarde.- Dijo Inuoka con una sonrisa picara en el rostro.

-Ya oíste, debes ir con tu compañera de habitación-. Dijo Kuroo sonriendo mientras jalaba a Kenma para que se levantara de su cama y saliera.

-Adioos! Que tengas buenas noches.- Exclamaron los 4 chicos cerrandole la puerta de la habitación en la cara a Kenma.

-Ahh~~~ Son tan inutiles!-Exclamó Kenma, sintiendose extraño, él no sabía que debía hacer, ¿realmente tendría que volver a esa habitación? De solo pensarlo su corazón se sobresaltaba.
El chico suspiró y se dirigió a la habitación resignado, entró con miedo, no sabía que esperar. Al dar un paso dentro de la habitación pudo percibir olor a perfume, le hacia sentirse mas incomodo, pero el olor era agradable, era mejor que la peste de sus compañeros.
En unos segundos pudo percatarse de que la chica no se encontraba ahi, no, si estaba, estaba dandose un baño. Mas que un problema, se sintió aliviado al tener unos minutos para ordenar tranquilo su futón y ponerse el pijama rápidamente.
Pasó bastante tiempo, el ya estaba recostado en su futón jugando un videojuego, se estaba sintiendo muy comodo estando tranquilo y solo, hasta que escuchó la puerta del baño abrirse. Automáticamente el chico sintió como su corazón se aceleraba, pero intentó no desviar la mirada del juego y hacer como si la chica no existiera.

-Oh, ya volviste- Dijo la chica mientras se secaba el cabello con una toalla.

-jum~-. Kenma hizo un ruido afirmando, sin ver a la chica.

-¿Hey que juegas? Se ve divertido- Dijo la chica. Kenma sintió la respiracion de la chica en su nuca, y algunas gotas de agua en su camiseta.
¡¿En que momento había llegado hasta ahi?! Kenma dió un pequeño salto y cerró rápidamente su juego.

-n-n-nada, es un juego aburrido- El chico sentía como su cara se tornaba roja, sentia su corazón latiendo muy fuerte.
El chico se percató del pijama de la chica, habia fallado en su misión, se veía bastante linda, estaba con una camiseta larga que no dejaba ver si tenía shorts o ropa interior debajo de ella, tenía el cabello mojado y las mejillas rosadas por el calor, era una escena que lo ponía muy nervioso.

Me enamoré de una chica extrovertida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora