『En su pecho crece una tristeza terrible, pero sus labios brillan de dulzura.
No sabrás cuando querrá huir o correr a tus brazos, si te abandonará o te pedirá que te quedes a su lado
Su mirada puede ofrecértelo todo o dejarte sin nada...
Porque solo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✦
✦
✦
Caminaba por los pasillos con su ropa holgada siguiendo cabizbaja al castaño que como todas la mañanas la llevaba a comer y luego a que ayudara en la biblioteca de la mansión.
—¡Ryo-cho! De nuevo...—llegó un sujeto con esmoquin nervioso ante Yuu y Grim
—¿Otra vez?—preguntó malhumorado mirando de costado a la fémina que al verlo apartó su vista
—S-si...es...uhm— el hombre se veía muy asustado
—Si, si... ¿cuándo aprenderán a no confiarse?— se quejó el castaño dirigiéndose a la fémina —Tú. Ve directo a la cocina, si intentas escapar de nuevo no detendré a Crowley de agregarte "limitaciones"— le sonrió, pero sabía que esta era una amenaza
—biǎo zi yǎng de*—murmuró estoica ante el castaño
—Ten un buen día Akame.—sonrió ignorante a sus palabras, ya que sabía que no eran halagos de todos modos
Escuchando como se iba retomó su camino a la cocina, podía intentar irse pero al mínimo movimiento de que su cuerpo tratara de desobedecer la orden del castaño mayor el collar en su cuello se ajustaba hasta afixiarla. Y tampoco quería mas restricciones ya tenía muchas y era una molestia...
Sin darse cuenta tropezó con alguien cayéndose al suelo al perder el equilibrio, alzó la vista enojada para ver uno de sus tormentos rutinarios que paseaban por esa mansión
—¿Ha? ¿tu de nuevo?— aquella cabellera rojiza alborotado que quería agarrar y agitar contra la pared le pertenecía a ese molesto chico que le miró desde su lugar en el suelo
—Uhg...—apretó la mandíbula para no soltar alguna vulgaridad
—Hey, pajarraco no estorbes en mi camino...— le señaló con ojos fríos y engreídos
💋Narra Lan-Mei💋
¡El único estorbo es tu cara! Yo no soy la que se queda parada a mitad del pasillo...¿te divierte molestarme? Si tu estuvieras en mi lugar te haría besar el suelo mientras se piso la cabeza ¡imbécil!
—¿No eres tú el que está parado como basura en mitad del camino?— le murmuré
—¿Haa~? — una sonrisa retorcida apareció en su rostro
Me tomó del mentón sin cuidado lastimando mis mejillas al estrujarlas con sus dedos, tomé su muñeca pero su fuerza me sometía fácilmente.
—Creo que oí mal... ¿el pajarito le gusta cantar de más?— sus ojos rojos brillaron como los de un demonio hambriento
—¡Auhg!— su agarré se intensificó sobre mi mandíbula
—Si rompo ese pico, quizá ya no cantes mierda...—murmuró
