Capítulo 1: Wearing a fake smile

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Estaba recién despertando de su dulce y relajante sueño, sin muchos ánimos realmente de salir ya de su cama, hasta que claro, su padre, Kim Sehun entro a su habitación para informarme de un nuevo caso, uno estúpido y molesto para él, qué a pesar de su ascenso rápido en su carrera, y a pesar de sentirse orgulloso de ello, no terminaba de acostumbrarse a cierto tipo de misiones. Las misiones en cubierto en especial eran sus menos favoritas, si hablaba con sinceridad, pero ahí estaban, él con el cabello revuelto, la cara hinchada por recién despertar, su cama hecha un desastre y su estricto padre parado en el marco de la puerta dándole los buenos días con las instrucciones de la nueva misión que le había sido asignada, porque sí, su padre también era uno de sus jefes, por desgracia.

—Ahora que has sido ascendido a detective junior Taehyung, te necesito en cubierto en la misión para atrapar el asesino que está dejando en ridículo a las autoridades de Corea. Tu traslado ya fue tramitado, partimos mañana.

—¡Sabes que odio las misiones en cubierto! Son tardadas y tediosas ¿Qué es lo especial de este caso que merece tanta prioridad?

—Siempre busca a sus víctimas en bares de mala muerte, seguro que tú podrás manejarlo bien, si lo resuelves será algo muy bueno para tu carrera.

Suspiró fastidiado y solo tuvo como opción el aceptar el dichoso trabajo, después de todo, si se paraba a pensarlo un poco mejor y espantando el sueño de su cabeza, aquello le daría el crédito y subiría su puesto como detective. A la corta edad de 10 años empezó a trabajar como apoyo en investigaciones en cubierto, misiones asignadas a su padre que, no dudó ni un segundo en usar a su propio hijo como un peón más de su juego para resolver el caso y escalar en su carrera, en la cual él mismo se vería envuelto años después por la misma influencia de su progenitor. Uno de los primeros casos en los que ayudó a su padre y el que más lo marcó, fue en el que estuvo encubierto dentro de un prostíbulo dónde vendían a niños de 9 hasta 15 años, ese día cabe resaltar, jamás lo olvidaría ya que por un momento estuvo a nada de ser abusado por un hombre, pero gracias a Dios su padre y los refuerzos llegaron en el momento justo.

Pero dejando de lado los recuerdos de sus inicios que atacaron su mente repentinamente, el joven Kim se concentró en preparar sus maletas para partir ese día a Corea, esperando llegar esa misma tarde para tener todo preparado para el primer operativo que daría lugar esa misma noche, sí que tenían urgencia en cerrar el caso lo más pronto posible, tenía que atraer y encerrar a ese chico que estaba causando tantos problemas.

 —Pero que conejito tan travieso.

Susurró al cerrar su maleta donde tenía sus armas, pues una de sus especialidades era las armas blancas y gracias a sus habilidades con ese tipo de armas era que había capturado a muchos criminales. Las casi dos horas de viaje pasaron realmente rápidas, en un parpadeo ya se encontraba pisando suelo coreano, donde le dieron un par de horas para dejar sus pertenencias en la casa que estaría ocupando con su padre el tiempo que dure la misión, de ahí en adelante las siguientes horas se centraron en reconocer el área, conocer a su nuevo equipo de trabajo y poner todo en posición para esa noche.

Una vez llegada la noche, el operativo fue puesto en marcha, llegando a aquel lugar, uno de los bares más concurridos del área, donde se tenían sospechas de que aquel chico frecuentaba para encontrar a sus víctimas, al menos eso estaba en el expediente que le habían dado a estudiar esa tarde que llegó de Japón. Estaba listo, vestido casualmente, pero con un arma blanca oculta dentro de uno de sus bolsillos y un auricular en su oído derecho, por medio del cual recibiría las órdenes de su padre quien era la cabeza de ese operativo, quien junto el resto del equipo monitoreaban su actividad remotamente dentro de una camioneta en el estacionamiento del lugar.

 —Agente Kim, nos avisa si ve algo raro en el lugar.

Escuchó la voz gruesa de su padre proveniente del auricular mientras se acercaba a la barra a pedir un trago y se centraba en uno de los taburetes, viendo detenidamente todo lo que lo rodeaba, esperando cualquier señal del chico misterioso al que debía atrapar, solo tratando de ponerle un rostro en su mente, pues sinceramente después de leer el expediente al menos ahora sentía un poco más de curiosidad por el caso, más porque quería conocer el rostro de tal asesino.

Fake Smile (VHope) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora