Star Wars Rebels: La nueva historia

Comienzos

Ya estoy harto...

Llevo investigando desde semanas y no logro abrirlo. ¿De verdad es tan difícil abrir un holocrom sith? Ojalá pudiera preguntarle a Kanan si hay manera de usar el lado luminoso para abrirlo.
Lo dudo, es bastante obvio que no. Peeeero... Viendo el lado amable puedo visitar a mi maestro en la enfermería. Éstos últimos días no lo he visto por lo que pasó en Malachor. Me carcome la culpa. No debí ceder ante Moul y... Bueno.

Recientemente estoy confundido.

Me levando de la cama de Zeb, después escondo el artefacto en uno de mis cascos y salgo de la cabina. Los pasillos son solitarios sin nadie recorriendo el lugar. Hasta parece que fue hace mucho que Chopper, Zeb y yo nos molestábamos por aquí y Hera tenía que separarnos y castigarnos.
Pero supongo que eso pasa cuando estamos tan preocupados por todo éste asunto.

•Kanan ciego. Recuperando el tejido de sus ojos por la quemadura del sable.
•Ahsoka desaparecida. No creemos que esté muerta, aunque ese día dijera todo lo contrario.

Mejor no me sigo mareando con eso. Para antes de darme cuenta estaba fuera del fantasma.

—¡Miren eso! Alguien decidió salir. –No me lo esperaba pero Rex fue el primero en recibirme.

—Ah, Rex... –respondo con algo de vergüenza, es verdad que pareciera que estoy vagando más que otra cosa, aunque Hera me autorizó quedarme a pensar un tiempo– ¿Cómo... estás?

—Mejor que tú, parece. Esas ojeras son normales en tipos de mi edad.

—Ah... bueno, tal vez. Jejeje...

—Escucha, chico. No es tu culpa. Al menos no el cien porciento, pero sabes a lo que me refiero. Las cosas así pasan, no debes cargar con el peso del mundo, –toma mi hombro con su mano para reconfortarme- ¿Vas a ver a Kanan?

—Sí. Tenemos cosas que hablar y probablemente deba escuchar un sermón.

—Pero bien merecido. Al menos debiste ir al entrenamiento de blaster.

—Lo sé, pero no es que tenga muchas ganas. Últimamente nada es lo que espero.

—Te comprendo. Bueno, no te retengo más. Después puedes venir a ayudarme. –sostiene algunas cajas que se ven algo pesadas, supongo que son las nuevas refacciones para naves que llegaron ésta mañana.–

—Está bien... y, gracias, Rex. –Le sonrío y sigo mi camino.

¿Es tan malo sentir culpa...? Me molesta saber que lo merezco.

Cuando llego al lugar, Hera está a punto de besar a Kanan, odio ser tan inoportuno, pero en lugar de enojarse me mira con algo de asombro, junto a un atisbo alegría al mismo tiempo.

—Creí que no vendrías, –sonríe con maternidad, no ha cambiado. Aunque... siempre que estoy cerca siento su... molestia y frustración–. Casi perdemos la esperanza de verte por aquí.

—Sí, lo siento. Supongo que debía pensar.

—¿Pensaste lo suficiente? –aunque sonría, sé que es sarcasmo. Por poco va a comenzar a sacar todo lo que tiene dentro. No la culpo.

—Sí. –Respondo con pena, cada vez me siento más cohibido.

—Entonces los dejo. Hablen un rato, a Kanan le servirá tu compañía. –Se levanta de su asiento y pasa a mi lado.

A continuación yo soy el que va a su lugar y lo tomo.

—Me odia –suelto de buenas a primeras–.

—No te odia. Odia lo que pasó. Pero... me alegro que estés aquí.

—Me alegra también. He esperado mucho y creo que me pasé. Lo siento.

—No te preocupes, viniste y... –lo interrumpo antes de que termine.

—No por eso. Por todo. Lamento mucho lo que pasó. Es... de verdad no quería que pasara.

—Ezra, no te culpo. Voy a estar bien, vamos a estar bien. Sólo es cuestión de tiempo.

—No lo sería si yo no... –no llores, no llores. Ezra Bridger, no llores.-

—Escucha, Maul te engañó, nos engañó a todos. Pero si dejas que esos sentimientos te atormenten te volverás voluble. El lado oscuro crece en aquel que siente rencor. Aún más si es hacia sí mismo.

—Ojalá mi mente pudiera hacerte caso, pero yo arruiné todo. Todo. Ahora ni siquiera tengo mi sable, necesito...

—Volver a empezar –declara con firmeza–.

—¿Volver? Espero que no sea un tipo de... desalojo al estilo jedi.

—Jajaja, no precisamente. Ezra, sé que es duro, pero olvida el pasado, poco a poco volvamos a ser el equipo que somos. Recuerda que soy tu maestro, tendrás que ayudarme un poco, ¿lo entiendes? –sonríe con la confianza.

—Sí, maestro.

No recordaba lo bien que me hacen sentir sus palabras. Gracias, Kanan.

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Hola, verán, ésta historia la tenía en borrador, pero perdí el acceso a la cuenta jejeje...
La historia está actualizada a un contenido menos... Sacado de un cuento de adas. Es la misma historia (de hecho pienso hacerla completamente distinta, así que no es del todo cierto) y con el mismo título por esa misma razón, por eso pido que me ayuden a votarla y compartirla si así desean.

AuraDarckRC
EstebanW
LuaKitsune
MarAhislaKaiser
MariangelVelasquezCa

Sé que es poco común pedirlo, pero necesito su ayuda. Solamente leyendo la historia ^^"...