Capítulo 85: Muchas gracias.

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Saquen el Clorox amigos :'v

Y para los que no se lo esperaban: A caso no lo viste venir :v



El suelo bajo los pies del pelirosa se quebró cuándo tomó impulso para embestir a Shen con toda su fuerza. El joven dragón apenas alcanzó a responder y arrojó a Chan-Lee fuera del alcance de Natsu.

Entonces el puño de Natsu hizo contacto con el rostro de Shen por el lado izquierdo donde su guardia era baja, recibiendo un potente golpe como nunca antes. Tan fuerte que empujó al dragón contra la pared de roca que daba cara a la montaña junto a la prisión, enterrando así al joven.

Aturdido y confundido, Shen apenas alcanzó a sentir la sangre brotando de sus fosas nasales. Aún incapaz de responder, recibió, uno, dos, tres, muchos golpes por parte del pelirosa sin responder. Después de varios segundos y de manera involuntaria, el instinto de Shen finalmente salió a flote y tuvo que defenderse.

—Bien Natsu, tú te lo buscaste —en un momento de lucidez, Shen pateó el estómago de Natsu y lo empujó para quitarlo de encima —. ¿Suficiente?

Natsu tomó impulso nuevamente y ambos chocaron puños, Shen no tardó en superar en fuerza al pelirosa, lo mandó al suelo y colocó su pie sobre el pecho del mago con intención de evitar más conflicto. Sus ojos dorados miraron a su alrededor, todos los observaban con decepción en el rostro.

—¡¡ES SUFICIENTE!! —bramó Laxus liberando su aura eléctrica.

—¡Él empezó! —dijo Shen señalando a Natsu —. ¿Qué demonios ocurre aquí?

—¿Y todavía preguntas? —se quejó Natsu —. ¡Eres patético!

—¿Qué? —Shen estaban tan extrañado, Natsu jamás le había hablado de esa forma —. ¿A qué te refieres?

—¡Ya sabemos todo! —susurró Elizabeth.

—¿Todo? —preguntó Shen.

—¡Si, todo! —respondió Natsu muy agresivo —. Ya sabemos quién eres... ya sabemos que eres el hijo de Acnologia.

La sangre de Shen se helo y se tornó pálido, sus piernas flaquearon un instante y su estómago se revolvió de manera brusca. Natsu aprovechó el descuido para quitarlo de encima y ponerse en pie.

—¡¿Ustedes lo contaron?! —preguntó con enfado tanto a Min-Ha como a Chan-Lee —. ¡No tenían derecho!

—¡No! —Chan-Lee negó con la cabeza —. Fue Da-Xiang el que habló, justo el día que nos capturaron.

—Esto es... —Shen tragó saliva, extrañamente nervioso —. Puedo explicarlo.

—¡Silencio! —bramó Natsu al tiempo que derribaba a Shen —. Ya no caeremos en tus mentiras.

El pelirosa colocó su brazo sobre el cuello de Shen, aplicando cada vez más y más presión sobre él. El dragón pataleó un poco esperando la ayuda de los demás, pero nunca ocurrió. Tomó el brazo del pelirosa y lo apartó por la fuerza antes de quedarse sin aire. Shen se incorporó con la respiración entre cortada, apoyándose de la barda que separaba el patio principal de la prisión de un pequeño lago junto a ella. Natsu se levantó furioso y el fuego lo empezó a cubrir lentamente.

—¡No quiero pelear Natsu! —advirtió Shen en tono suplicante — ¡No contigo!

—¡Pero yo sí! —Natsu tacleó a Shen y la barda a sus espaldas se rompió.

Ambos cayeron varios metros hasta que el agua detuvo su caída. El estruendo causado no tardó mucho en llamar la atención de los guardias restantes y Laxus se vio obligado a acabar con todos ellos rápidamente, para luego continuar observando la pelea de abajo.

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