Capítulo 25

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~Hace unos meses~

Mi tiempo aquí ha sido bastante difícil, pero para Jimin ha sido particularmente duro. Yo creo que se le ha hecho muy agotador actuar de chico malo todo el día, todos los días; a mí, en cambio, no me cuesta tanto, pero tampoco ha sido algo sencillo. Lo malo es que no he conocido al jefe de todo esto todavía, pero lo he visto un par de veces; de todas formas, se puede identificar fácilmente que él es el jefe porque destaca sobre todos los demás. Aparte, todos le tienen completo terror.

Como Jimin y yo apenas nos unimos hace unas semanas, tuvimos que empezar desde abajo para ganarnos la confianza de todos, lo cual no ha sido para nada fácil. Lo bueno es que no hemos tenido que hacer nada peligroso todavía, sólo unas cuantas amenazas y dar unos cuantos golpes, pero hasta ahí. Aunque honestamente no creo que tarden mucho en ordenarnos matar a alguien o algo parecido. Mientras tanto nuestra misión aquí consiste en recabar la mayor cantidad de información posible.

Salgo de una aburrida reunión con algunos miembros no muy importantes y como ya no tengo más cosas que hacer, me dirijo al que se convirtió en mi dormitorio hace apenas unas semanas para "descansar". Me pongo una sudadera negra, una mascarilla y una gorra del mismo color para luego salir por la ventana. Está lloviendo un poco, así que debo tener cuidado. Escalo la pared con ayuda de una columna que está cerca de mi ventana y llego hasta el techo, no sin antes asomarme para asegurar que no haya nadie. Cruzo todo el edificio hasta llegar al otro lado donde hay unas escaleras de emergencia. Las bajo con cuidado, pues están muy resbaladizas y me dirijo al ya familiar callejón que está cruzando la calle.

Camino unas cuantas cuadras hasta que llego a un edificio en particular que está tan viejo que parece que se va a caer en pedazos y está completamente abandonado. Bueno, supuestamente porque el FBI lo usa como escondite para poder vigilar bien de cerca nuestra operación. Lo bueno, es que nadie nos ha descubierto hasta ahora y tampoco creo que sospechen nada, así que creo que estamos haciendo bien nuestro trabajo. Le doy unos golpecitos a la puerta en un patrón específico para hacerles saber que soy yo y pronto me abre la puerta un agente. Entro para ver a mi jefe sentado en la mesa principal del comedor junto con otros agentes; al parecer están en una reunión.

- ¿El agente Jimin no ha llegado?- Pregunto al no ver a mi compañero por ningún lado.

- Ah, agente T/N. No, todavía no ha llegado. Estamos discutiendo algunas cosas, si quieres puedes cenar algo en lo que llega para que luego nos puedan dar su informe de hoy.- me responde mi jefe, así que sin pensarlo dos veces me dirijo a la cocina por un cereal.

Prefiero mil veces la comida que tienen aquí. Es verdad que tienen cosas bastante sencillas, debido a la situación y porque ninguno de estos hombres sabe cocinar algo decente, pero por lo menos tienen un poco más de variedad. La gente con la que estamos encubierto tienen buen gusto para la comida, sí, pero la verdad es que cenar todos los días burritos se vuelve demasiado tedioso. No sé por qué tienen tanta fascinación por esa comida y ¿cómo es que no se hartan de comer eso todas las noches? ¿Por qué no pueden variar un poco las cosas y pedir hamburguesas de vez en cuando?

Jimin llegó a un punto en el que empezó a fingir que se los come para luego tirarlos a la basura. Yo no quería hacer eso, pero tuve que empezar a hacerlo hace un par de días porque la verdad es que ya no lo tolero; no entiendo cómo ellos no se cansan y cómo su estómago no se queja tampoco.

Lo más sorprendente es que a pesar de ser en su mayoría flacos, todos comen demasiado. La primera noche intenté seguirles el ritmo, pero ellos se comen alrededor de cuatro o cinco burritos cada uno, así que yo me comí cuatro para intentar encajar con ellos. Sin embargo, fue la cosa más estúpida que he hecho en mi vida porque como Jimin predijo, no pude dormir en toda la noche por lo pesado que me cayeron. No vomité, pero me hubiera gustado hacerlo.

Countryside - Jimin x lectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora