La primera vez es tan esencial para cualquier ser vivo; tanto así que repercute en todo lo demás, la experiencia que obtuvo Jzok fue horripilante, el destello ocurrido por los abrumadores poderes de una bestia indescriptible llamada ¿Destino?
Jamás se borrarán de su mente.
Porque la primera vez repercute en la segunda... tercera... y así sucesivamente.
Jzok Linares el más bajo de toda su casa y el rebelde de la familia por no seguir las reglas del más fuerte; Beatrice Rodríguez un esplendor de la familia su intelecto era demasiado considerable para no tomarse en cuenta, ¿la pareja perfecta? No, pero el amor desbordaba con la simple paz de un café con leche y sus amigos.
Jzok con Beatrice eran los más populares de la academia militar de Venezuela, el ingenio de Beatrice y los poderes sencillos y veraces de Jzok rompían con la mayoría de las pruebas. Sus amigos eran personas normales con vidas sencillas a diferencia de ellos que tenían los prejuicios de sus familiares.
Aun así, nadie se detenía, los dos eran imparables en lo suyo.
– ¿Has pensando en un contrato de familiar? – Le dijo Beatrice a Jzok.
Jzok siempre pensaba mucho al responder, Beatrice entendía muy bien todo ello.
– Magia natural... literalmente es muy complicado que pueda encontrarme con un familiar, y en especial que todos son elementales.
– No todos son elementales uno de los magos naturales más fuertes comprobó que hay criaturas espirituales además de los elementales imagínate; si puedes obtener uno serian capaz de lograr magia de elementos diversos ¡seria genial! – en el fondo Beatrice estaba preocupado de que la poderosa magia de control de intensidad se quedara estancada, por ende ella se encargaba de hacer un entrenamiento muy diverso en Jzok, quien era rebelde a su familia pero, no a Beatrice quien lo había hecho muy fuerte para su edad.
Su musculatura era intensa, mientras que su estructura mágica era demasiado normal, era muy capaz de condesar energía lo suficientemente fuerte como para rivalizar con ataques mágicos avanzados, era un límite aceptable para Jzok, pero no para Beatrice.
Beatrice no quería alguien fuerte a su lado, ni ser protegida, solo quería que la familia de Jzok lo respetara y viera su valor.
Mientras los dos divagaban sobre qué tipo de familiar podría ser bueno para Jzok y para ella misma, debido a la poca información y a las conjeturas que Beatrice formaba...
Un cierto aroma a condensación mágica ocurrió en el centro, el epicentro la cafetería donde solo quedaban los últimos clientes quienes eran ellos dos; en menos de 0.1 segundos fueron transportados no sin antes Jzok lograr pegarse a Beatrice, para protegerla de lo que pensó que era un ataque enemigo.
Pensar que era un ataque mágico super poderoso, condesar tanta energía para protegerse y no recibir ningún daño, junto a eso atraer la curiosidad de una criatura mítica.
– Es solo un laberinto mágico. – Dijo Beatrice con alivio.
– Nunca he estado en uno. – Los dos miraban alrededor y vislumbraban el lugar. Beatrice decidido utilizar magia de iluminación, fue allí cuando vieron una estatua muy bien hecha de un enorme dragón.
Sus escamas cautivaron a las dos personas, enorme era poco, inmenso era poco, Majestuoso era lo más acertado aun así fallaba a la vista, pronto los dos notaron que algo iba mal... ¿Por qué posee energía una estatua? La mente de los dos fallos por un momento, tal vez fuera normal para Jzok, pero para Beatrice...
La criatura no era agresiva, abrió los ojos después de muchos años y simplemente observo como la observaban, el miedo desbordaba de las dos personas luego de unos segundos; Aun así, el joven se paró frente a la dama esperando lo peor.
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El valor de mi
FantasyHas pensando alguna vez que pasaría si en plena vida y en pleno inicio de una única aventura; que marcara la vida de mucha gente, pierdes a la persona que amas. ¿Como puedes seguir adelante? ¿Acaso se puede caminar así de fácil? Esta es la pequeña h...